Los expertos esperan que para el año 2025 la demanda de litio supere las 300.000 toneladas al año actuales y alcance el millón. Uno de los principales motivos que impulsarán el mercado es la electrificación del parque móvil a nivel global, es decir, el paso de los motores a combustión a las baterías, algo en lo que ya trabajan de forma intensa las principales marcas. El mineral, llamado petróleo blanco, se convertirá en el principal protagonista y las grandes mineras de todo el mundo mueven ficha para hacerse con el recurso. En Europa la principal zona en la que parece abundar el litio es la que configura el norte de Portugal y el sur de Galicia. El país vecino dará este año un salto de gigante con el lanzamiento de un megaconcurso de licencias que ya atrae inversiones y que promete generar cientos de empleos al otro lado de la raia. Tres de las ocho zonas que concentrarán esta licitación se encuentran a menos de 70 kilómetros de la frontera.

Según el boletín especial sobre el litio de la Direcção-Geral de Energia e Geologia (DGEG) del país vecino, "existen actualmente cuatro proyectos en marcha para la exploración de depósitos minerales" que contienen el recurso. Estos están centrados en dos zonas: una al norte, en las áreas de Barroso-Alvão (a 30 kilómetros de Ourense) y Sepeda (a 20 kilómetros); y otra al este, en Alvarrões y Argemela, ambos próximos a la frontera con Cáceres. Además, gigantes mineros como la australiana Fortescue Metals Group Exploration o Savannah Resources (ya en Barroso) han solicitado permisos para llevar a cabo pesquisas sobre el terreno.

Ante la abundante demanda de estas solicitudes -solo Fortescue pidió más de una veintena- el Gobierno mueve ficha. El ministro de Economía luso, Pedro Siza Vieira, anunció esta semana que el proceso de licitación se concentrará en las ocho zonas identificadas por la DGEG del país como los principales yacimientos de litio. "Lanzamos una estrategia para el litio el año pasado y vamos a lanzar concursos de prospección y búsqueda para ocho reservas de litio, además de las que ya están siendo exploradas", indicó el ministro antes de una reunión en Bruselas.

Por otro lado, ante las protestas de algunos diputados de las zonas del norte -como del distrito de Viana do Castelo- y de los vecinos -en el caso del proyecto Sepeda (de la empresa Lusorecursos) votaron en asamblea contra la actividad-, el ministro recordó que "todas las concesiones tendrán que respetar escrupulosamente las reglas de impacto ambiental y las medidas de minimización y mitigación que sean aprobadas".

El caso gallego

Esta máxima de respecto al medio ambiente es la que se defiende en Galicia. A preguntas de este periódico, la Xunta avanza que los esfuerzos se centran en "aprovechar y optimizar todos los recursos mineros con los que puede contar" la comunidad, "pero siempre bajo ese modelo de minería sostenible". Fuentes de la Consellería de Economía inciden en que su "apuesta" pasa también por la Lei de implantación empresarial, que supone "una mayor simplificación administrativa para este tipo de actividades".

Sin embargo, esta opinión no es compartida por la Cámara Oficial Minera de Galicia (COMG). Su director Diego López opina que "a las habituales trabas administrativas", en España, "al hablar de minería se están imponiendo el alarmismo y las creencias, a los datos y la ciencia". "Difícilmente una empresa que opere en Noruega, Suecia, Australia o Canadá pondrá en riesgo su imagen promoviendo proyectos en Galicia con un entorno social tan desfavorable", lamentó López preguntado por las inversiones que se esperan en Portugal.

A día de hoy los tres permisos para la exploración de litio en Galicia adelantados por FARO el pasado noviembre se mantienen como los únicos en activo, pero en una fase muy inicial. Las firmas Salamanca Ingenieros, Solid Mines España y Recursos Minerales de Galicia tienen permiso para buscar el mineral en una zona que concentran los concellos pontevedreses de Fornelos de Montes, Cerdedo, Covelo, A Lama y Forcarei junto a los ourensanos de Avión, Beariz, Boborás y O Irixo.