Hasta el pasado 15 de marzo estuvo abierto el plazo para pujar por una nueva remesa de suelo público industrial en Galicia, a disposición tanto de empresas de la comunidad como para compañías foráneas interesadas en afincarse aquí. La Xunta aprobó bonificaciones de entre un 30% y un 50% en la adquisición de un total de 1,25 millones de metros cuadrados. Desde que lanzó en 2015 su plan de incentivos para dar salida a la enorme bolsa de terrenos acumulada en sus parques empresariales, la administración autonómica, a través de Xestur, adjudicó 1,3 millones de metros cuadrados en régimen de compraventa y otros 148.000 metros bajo la modalidad de "derecho de superficie" con el pago de un canon anual. Uno de los objetivos de esta estrategia, como reconoce el propio Ejecutivo regional, es impulsar la actividad económica en Galicia y hacer frente a la dura competencia de otros territorios, sobre todo el norte de Portugal. Una amenaza que no tiene nada de leyenda urbana. Hay empresas que se han marchado, como recordó la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) en su reciente asamblea anual, donde volvió a destacar la importancia de tener suelo industrial "a precios razonables" para poder potenciar un sector que se enfrenta ahora a un encarecimiento disparado de las naves.
Su precio se elevó más de un 26% durante el 2018, según el balance de los Registradores de la Propiedad. El metro cuadrado de las naves industriales alcanzó los 280 euros, su mayor cotización en los últimos seis años. En el ranking de costes regional Galicia ocupa el décimo lugar con 122 euros por debajo del importe medio estatal -402 euros, un 7,3% más-, pero no hay ninguna otra comunidad con un incremento tan intenso el pasado ejercicio. Con subidas ligeramente por encima del 20% están Madrid, Aragón y Baleares.
Los precios de las naves industriales mantuvieron una trayectoria bastante oscilante desde la llegada de la crisis. Ahora, según los Registradores, se nota un "claro cambio de tendencia" tras "un largo periodo de ajustes". En Galicia no se alcanzaba un precio así desde 2012 y en el conjunto del Estado tampoco se superaban los 400 euros por metro cuadrado desde ese ejercicio. "El exceso de oferta generado a lo largo del anterior ciclo alcista ha supuesto un importante problema que se ha ido alargando en el tiempo hasta prácticamente la actualidad -aseguran los expertos-. En la medida que se mantenga un cierto nivel de crecimiento en la actividad económica el sector de naves industriales puede ir generando cierta recuperación de precios".
Los locales comerciales no son una excepción frente al cambio de ciclo, aunque en menor medida. El metro cuadrado en su caso ascendió a 1.045 euros, el séptimo más alto del país. El encarecimiento fue del 3,8%, aunque todavía muy por debajo de los 1.235 euros que llegaron a pagarse en 2012, por ejemplo. De hecho, el precio medio del país, 1.307 euros, se redujo un 6,9% y tocó mínimos de los últimos dieciséis años. "Esta situación en el nivel de precios constata -explican los Registradores- las bajas expectativas con respecto a la promoción de negocios de actividad comercial en locales, afectados por el crecimiento de la actividad económica online y las previsiones de ralentización del crecimiento económico".
La compra de vivienda absorbió casi el 82% del crédito concedido en Galicia el pasado año, mientras que los locales comerciales se llevaron el 6,5% y las naves industriales el 5,5%, entre otras finalidades de las hipotecas formalizadas. Entre los bienes mercantiles, la duración media de los préstamos en la comunidad es de 14,3 años y 12 años, respectivamente.
