A Pedro Sánchez no le había cuadrado hasta ahora ningún Primero de Mayo en el Gobierno. El de ayer, más que un plebiscito a su gestión, se convirtió -al menos en Vigo- en un apercibimiento. Como si la victoria cosechada el domingo en las urnas hubiese sido un préstamo de votos a cambio de un tipo de interés político y social: nada de pactos con "la derecha", la "recuperación" de los derechos perdidos durante la doble recesión, un reparto más justo de la riqueza y el blindaje de los servicios públicos. "Sánchez, no nos falles", gritaba un grupo de pensionistas al paso del regidor vigués, Abel Caballero, por la Farola de Príncipe. Con todo, las singularidades de este Primero de Mayo no le restaron fuerza a la convocatoria y, de nuevo, los sindicatos exhibieron músculo en Vigo con miles de personas en las manifestaciones convocadas por CIG (esta, en solitario), UGT y CC OO. La jornada fue más festiva, pero no complaciente con Moncloa. Que tiene deberes.

Recuperar dereitos para avanzar fue de hecho el mensaje elegido por el sindicato nacionalista, que celebró en la ciudad olívica su marcha central. Los asistentes reclamaron al nuevo Ejecutivo no solo la derogación de la reforma laboral promulgada por Mariano Rajoy en 2012, que Pedro Sánchez se comprometió a derogar, sino también la aprobada durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero en 2010. "El Gobierno del PSOE no tuvo intención de cambiar las políticas neoliberales" que cercenaron en parte la negociación colectiva, clamaron. Además del secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, la marcha contó con la presencia de la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, la eurodiputada Ana Miranda o el candidato nacionalista a la alcaldía de Vigo, Xabier Pérez Igrexas. Los ERE de la compañía de telemárketing Bosch, Levantina o Pili Carrera fueron exhibidos como la "consecuencia" de políticas contrarias a los trabajadores.

Separados

El pinchazo de parte del ecosistema industrial gallego pinchazotambién cobró protagonismo en la manifestación de CC OO y UGT, que partió con media hora de antelación. Aunque volvieron a ir por separado, el mensaje fue en gran medida el mismo. Primero las personas fue el escogido en este caso, con advertencias al PSOEPrimero las personas para que legisle en favor de limitar la temporalidad en el empleo, favorecer la "cohesión social" y anclar la revalorización de las pensiones conforme al coste de la vida (IPC o inflación) por vía constitucional. En este caso, ahora sí, el Ejecutivo socialista necesitará abrir el abanico de acuerdos a toda la Cámara, que terminó la pasada legislatura con el Pacto de Toledo por los aires. Ambas centrales aprovecharon la cita para reivindicar el trabajo sindical tras una década de crisis, también interna, con fuertes proclamas en favor del Primero de Mayo y la unidad de la clase trabajadora. "Nativa ou estranxeira, a mesma clase obreira". Además del regidor vigués participaron en la manifestación el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero; la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, y los ediles Carlos López Font o Ángel Rivas, además del concejal y líder de Marea de Vigo, Rubén Pérez. La exministra Elena Espinosa, fichaje de Caballero para los comicios locales, también se sumó a la marcha, al igual que el diputado Abel Losada. "Hay que seguir mejorando los niveles salariales, el reparto de la riqueza. Es la manifestación por la recuperación de las políticas sociales", valoró el regidor vigués.

Para quien no hubo tregua fue para el Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo, a quien los sindicatos acusaron de una "falsa crítica" al Gobierno central en crisis como la de Alcoa o Ferroatlántica. "A industria está morrendo; a Xunta adormecendo". Además de en Vigo, las marchas circularon por varias ciudades como A Coruña, Ourense, Santiago, Pontevedra.