La viguesa Ganomagoga ha decidido volver a apostar fuerte por el sector naval y acaba de comprar la antigua factoría de Cedervall en la ciudad, que desde 2011 formaba parte de la multinacional finlandesa Wärtsilä (Wärtsilä Ibérica, que continuará con la factoría de O Porriño). Con una inversión de un millón de euros, la empresa con sede en Ponteareas ha creado la firma Cedval Marine Solutions, que se integra en el grupo con una nave de 2.300 metros cuadrados, una plantilla de 15 trabajadores y pedidos ya en marcha. Con este movimiento Ganomagoga reincorpora un know-how más vinculado con el sector naval y nuevos procesos productivos de una empresa acostumbrada a facturar piezas de calderería para transatlánticos, como los que forman la clase Oasis, los másgrandes del mundo. El objetivo de la firma que dirige Cándido González es que el grupo llegue a facturar 25 millones de euros este año.

Ganomagoga nació en 1974 orientada precisamente al sector naval, pero con el paso de los años fue centrando su producción hacia las energías renovables, tanto en la eólica (fabrica las torres y, en su filial Aplimega en O Porriño, las pinta) como en las plantas de biomasa. En este último caso, la firma de Ponteareas ha participado ya en una decena de instalaciones y en la actualidad se encuentra fabricando el parque de biomasa de la gallega Greenalia en Curtis, un pedido de 5 millones de euros. Además, fabrica estructuras metálicas de todo tipo -participó en la ampliación del Ifevi y llegó a hacer una montaña rusa- y trabaja con diferentes industrias, en especial la del automóvil.

Cedval nace como una apuesta de crecimiento y para aprovechar el resurgir del naval. Barcos de pasaje, oceanográficos y pesqueros están nutriendo los astilleros gallegos y hay una fuerte demanda de trabajos de calderería. La nave, situada en la zona de Fragosiño -y que cuenta con otros 2.460 metros cuadrados sin construir y en régimen de alquiler-, acerca a Ganomagoga a la ciudad olívica. Con ello también incorporan maquinaria más específica para el sector (como tres posicionadores para soldadura, prensas horizontales o materiales) y hasta pedidos: toberas, bocinas y timones, estos últimos para buques de Defensa de EE UU. Y es que con la compra a Wärtsilä la firma se convierte también en el principal cliente de la multinacional en materia de calderería.

"Significa volver a un sector, el naval, que ahora está en un buen momento", explica Bastián Barral, nuevo gerente adjunto de la firma. Según indica, la intención de Ganomagoga es la de llevar a cabo una "optimización del esfuerzo productivo" y una apuesta por la "diversificación". "Somos una empresas de servicios enfocada al cliente, que siempre acaba retornando porque llaman a la gente en la que confían", resume Barral.

Cifras

Ganomagoga cerró el año pasado con una facturación de 14 millones de euros. El grupo cuenta con 230 empleados (de media) y su principal aspiración antes de realizar esta compra era la de llegar a los 25 millones de ventas al cierre de este año. En el caso de Cedval, está previsto que aporte entre 3 y 4 millones anuales al grupo.

Ahora mismo la empresa tiene pedidos por valor de 17 millones de euros (firmados y en ejecución) para firmas como Gestamp, PSA Madrid, Windar, Greenalia, Benteler... Y también ENCE. En este sentido, desde Ganomagoga temen perder encargos por 2 millones de euros con la planta de celulosa de Pontevedra debido a la incertidumbre sobre el futuro de su concesión.

Por último, la firma viguesa participará en la primera edición de la Metal Industry and Technologies International Trade Fair (feria Mindtech). El evento, con el que el sector metalúrgico gallego quiere exhibir su músculo, está ya al 80% de ocupación. Allí la empresa contará con uno de los stands principales.