Los principales sindicatos de Brasil se movilizaron en 120 ciudades para protestar contra la polémica reforma del sistema de pensiones y jubilaciones propuesta por el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro y que fue presentada al Congreso para debatir su aprobación. Las marchas responden a una reforma presentada en febrero con la que se pretende ahorrar 265.000 millones de dólares en 10 años.