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Las cuentas de los pilares del tejido productivo autonómico

Una quinta parte de los pequeños empresarios y de los autónomos gallegos, en "números rojos"

Galicia lidera con Asturias la tasa de fracaso en el rendimiento de las actividades económicas -El colectivo declara un beneficio medio inferior a los 10.000 euros anuales

Hugo Barreiro

Aunque habitualmente se habla de Galicia como un territorio de pymes, lo correcto sería decir que los pilares del tejido productivo de la comunidad son las micropymes, las que no superan los 10 empleados (28,4% del total), y, sobre todo, en empresas abanderadas por autónomos que carecen de plantilla (68%). Las pequeñas compañías con entre 10 y 50 trabajadores representan el 2,9% y las medianas -de entre 50 y 250 efectivos- alcanzan únicamente el 0,4%. En su mayoría son negocios que miran con mucha distancia los números de vértigo de las grandes corporaciones, hasta el punto de que uno de cada cinco cierran el año en "números rojos". Es lo que la Agencia Tributaria define como tasa de fracaso en su primera estadística sobre el rendimiento de actividades económicas declarado en el IRPF que acaba de publicar. El 20,94% del colectivo en la comunidad arrojó pérdidas en 2016, un porcentaje que solo supera Asturias (21,68%).

Aunque ese año, coincidiendo con la salida de la doble recesión, la tasa mejoró ligeramente en Galicia tras una reducción de algo más de un punto en comparación con 2015 (22,2%), todavía está muy por encima del 14% en el que se mantuvo durante el trienio 2012-2014. En el conjunto del Estado, los pequeños empresarios y profesionales que obtuvieron un resultado negativo rondaron el 17% en el último ejercicio analizado por el organismo. En los primeros puestos figuran también Cantabria (16,3%) y Madrid (19%). La Rioja y Aragón presentan las tasas de fracaso más bajas, con un 12,7% y un 14,8%, respectivamente.

Después de tres años al alza por la llamada al famoso emprendimiento que se convirtió para muchos en la única alternativa posible para dejar el paro, el número de empresarios en Galicia echó el freno en 2016. Eran 216.350, un 0,03% menos que el ejercicio anterior, frente al incremento del 0,23% de la media estatal por el impulso de Baleares (2,7%), Cataluña (2,3%) y Madrid (1,6%).

Los hombres son claramente mayoría en las declaraciones del rendimiento de actividades económicas en Galicia, unos 122.400, aunque la caída se concentra en ellos (-0,11%), mientras que en el caso de las empresarias hubo un ligero avance del 0,06%, hasta las 93.918. En línea con la radiografía de las empresas, más de 169.000 contribuyentes con este tipo de ingresos no tienen asalariados, mientras que 47.117 tienen al menos un empleado en nómina.

Casi dos de cada diez declaraciones del IRPF incluyen rendimientos de actividades económicas por un importe total de 1.616 millones de euros. Entre ellas, el 64,5% es por estimación directa, donde se tributa en función de la facturación; un 11% se hace por estimación objetiva, conocida popularmente por módulos, en la que el pago de impuestos se fija a partir de una serie de baremos según las características del empresario y su sector; y el 26,6% restante es de actividades agrícolas.

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