De los tres primitivos operadores de telecomunicaciones regionales que impulsaron las antiguas cajas de ahorros de esos territorios nació un único grupo de referencia en el norte del país liderado por la vasca Euskaltel tras la compra de la gallega R en julio de 2015 por 1.115 millones de euros y de la asturiana Telecable casi dos años después por otros 686 millones. El pasado 2018 sumó una cifra de negocio de 691,6 millones de euros y elevó el beneficio un 26,6%, hasta los 62,8 millones. Su plan estratégico hasta 2022 estima llegar a ese ejercicio con una facturación de 800 millones de euros gracias al ambicioso plan de expansión que acaba de iniciar para entrar en cinco nuevos mercados. Entre ellos están León y Cantabria, donde operará bajo la marca gallega con el objetivo de alcanzar una cuota del 12% en ambas zonas en los próximos cuatro años. En ese proyecto "de transformación" enmarca también Euskaltel la decisión tomada por su consejo de administración para integrar R y Telecable en una única sociedad y en la externalización de las áreas tecnológicas de las dos filiales, con un total de 37 trabajadores afectados.

Aunque Euskaltel, R y Telecable comparten dueño y consolidan juntas sus cuentas, cada una de ellas tenía hasta ahora su propia sociedad en el Registro Mercantil y cuentas diferenciadas. Las ventas de R alcanzaron en 2017, según el último informe disponible, 239,6 millones de euros y unas ganancias netas de 34,4 millones de euros, un 2,7% más que el año precedente. La cifra de negocio de Telecable fue de 140,9 millones y las pérdidas se dispararon un 129%: 23,4 millones de euros. La facturación individual de Euskaltel ascendió a 317,4 millones de euros, con un resultado de 90,9 millones.

El cambio, según fuentes del grupo, "no es más que una reorganización societaria", ante el temor despertado en algunos trabajadores por la posibilidad de que la nueva sociedad acabe siendo vendida. ¿Cómo se hará? R absorberá Telecable, que será parte, por tanto, de la empresa con sede en Galicia. En la práctica no supone un cambio a efectos fiscales porque el principal impuesto, el de Sociedades, se paga al Estado, al igual que las cotizaciones sociales y el de Actividades Económicas está vinculado a centros de trabajo.

La operación "permitirá unificar procesos de trabajo y maximizar sinergias bajo una misma sociedad", además de "flexibilidad financiera" y "un claro margen de crecimiento", destaca Euskaltel, muy insistente con "el sólido nivel de arraigo y compromiso" de R con Galicia y de Telecable con Asturias. Por eso se mantendrán igual las dos marcas. "Nuestra meta es la mejora continua de todos nuestros procesos y actividades, en beneficio de nuestros clientes, nuestros empleados y nuestros accionistas", señala Francisco Arteche, el consejero delegado, en un comunicado difundido por Euskaltel.

El grupo resta importancia a la externalización del departamento tecnológico, con 24 empleados de Telecable y 13 de R. Como ocurrió con Euskaltel ya en 2014, pasarán a integrarse "con las mismas condiciones y sin tener que cambiar de domicilio" en la empresa ZTE, con la que el grupo firmó recientemente un acuerdo integral para convertirlo en "proveedor de referencia de equipos de usuario de fibra" en su plan de expansión. "No tenía sentido contar con tres modelos diferentes de operación", justifican fuentes de la compañía, que recuerdan que ZTE tiene la capacidad para la conexión a la red de Orange que Euskaltel usa en su crecimiento. ZTE asegura que ampliará su presencia a Asturias y Galicia con el acuerdo.