Han pasado casi tres meses desde la primera reunión en la que Banco Santander, Xunta, Naviera Armas, Pymar y Vulcano abordaron la situación de urgencia del astillero, sin fondos para concluir el ferri Villa de Teror. Pero, finalmente, el lunes se presume como el día en que se despeje de forma definitiva el fin de los trabajos de construcción, que se prolongarán -así consta en la planificación- durante 42 días. La mayoría de las empresas auxiliares, agrupadas en una plataforma de afectadas por los impagos, han dicho "sí" al documento con el que se desbloquearán fondos para reanudar los trabajos en el barco, y que conllevará el pago de dos nóminas a los trabajadores (llevan sin cobrar desde septiembre). Sufrirán, eso sí, una quita del 25% sobre la deuda. Percibirán un 30% de las facturas impagadas durante los primeros 15 días, y un 45% restante a la entrega del barco.

Aunque la plataforma haya respaldado el plan de pagos ha incidido en que es "necesario tratar y concretar determinados puntos relativos a la forma y medios de pago para lograr la entrega efectiva del buque". La fecha de entrega estipulada en el contrato era el 28 de junio del año pasado; al estar en periodo de cancelación, el astillero no tendrá que abonar una penalización de unos siete millones de euros, equivalente a 10.000 euros diarios. En un comunicado la compañía -controlada por la familia Santodomingo a través de Astilleros La Mecánica- eludió hablar de quitas. Las auxiliares, dice la nota, "tendrían garantizado el 75% de la deuda, y el 25% lo abonaría el astillero a la entrega del barco". "La actitud positiva tanto de la plantilla, la amplia mayoría de las auxiliares y el Banco de Santander dibujan un futuro positivo en el horizonte del astillero", sentenció, sin mencionar a los demás partícipes de la operación.