La decisión de Abanca de dar marcha atrás en la oferta pública de adquisición (opa) por Liberbank ha sentado muy mal a los inversores, que han castigado hoy con fuerza al grupo de origen asturiano. Perdió casi un 10% de su valor. Sus acciones cerraron la jornada en el Mercado Continuo a 0,4226 euros, lo que supone una caída del 9,66% frente a la sesión de ayer -en la que ya se dejaron cerca de medio punto ante los evidentes problemas que estaba teniendo la posible operación- y una cuarta parte por debajo del precio de referencia ofrecido por el equipo de Juan Carlos Escotet (0,56 euros), condicionado a revisar la letra pequeña de las cuentas. En solo un día, la capitalización Liberbank se redujo en unos 139 millones de euros.

Con la confirmación el viernes del "interés firme" de Abanca por lanzar una oferta tras las conversaciones mantenidas con "los principales accionistas", la cotización de Liberbank se disparó un 19,9%, hasta los 0,47 euros. Aún así, los títulos mantenían una parte considerable de la prima que la propuesta de Abanca suponía sobre el anterior jornada bursátil, cerca de un 44%. Tras los primeros números rojos de ayer, Liberbank sufrió desde el primer minuto hoy en la apertura de los mercados un fuerte correctivo. Hubo momentos en los que el desplome rondó el 14%. En este momento, el valor bursátil de la entidad dirigida por Manuel Menéndez se sitúa en 1.296 millones de euros, frente a los 1.717 millones a los que ascendía con el precio provisional de Abanca.

Abanca condicionó el viernes ese precio y la formalización de una opa a que el consejo de administración de Liberbank le diera acceso a la información de sus cuentas, más allá de los datos que son públicos. Pero la cúpula de la entidad asturiana rechazó valorar cualquier cosa que no fuera una oferta en firme y también la CNMV requirió a Abanca que en un plazo "improrrogable" de 10 días desvelase si efectivamente iba a lanzar o no una opa. El primer banco gallego anunció a primera hora de esta mañana su decisión de dejar de lado el proceso.