El 26 de noviembre de 2013 Petróleos Mexicanos (Pemex, a través de PMI Holdings BV) firmó un acuerdo con el que asumió una participación mayoritaria en Hijos de J. Barreras, el mayor astillero privado del país. Una ampliación de capital de 5,1 millones, íntegramente desembolsada por la compañía azteca, cristalizó aquel pacto. La situación ha cambiado radicalmente desde entonces. Barreras obtuvo en 2017 -último ejercicio del que hay cuentas depositadas en el Registro Mercantil- un resultado de explotación ya positivo (1,12 millones), que es aquel que genera una empresa por su actividad habitual. Acarició también los 50 millones de euros de facturación, principalmente por los pagos de la armadora del Azora, The Ritz-Carlton Yacht Collection, un crucero ultrapremium que empezará a navegar en febrero de 2020. Para entonces la petrolera azteca ya no estará en el capital del astillero; sus actuales socios, José García Costas y Albacora, quieren ejercer el derecho de recompra, y pretenden recibir de Pemex "facilidades de pago" para digerir la operación.

Barreras reunió ayer por la tarde a su junta de accionistas con el fin de abordar la decisión de los mexicanos de abandonar el proyecto. "Han manifestado su intención de irse", ratificaron fuentes próximas al astillero, que ayer optó por el silencio. "Lo que se buscará son facilidades de pago, como la posibilidad de abonarlo en plazos", añadieron. No existe a día de hoy una valoración "específica" sobre Hijos de J. Barreras que concrete el importe que pudiera alcanzar la operación. En números, sobre balance, el capital desembolsado es de 10 millones de euros. "Hoy [por ayer] es un día muy importante para el futuro de la compañía". Más allá de la presencia en el consejo de administración, la participación de Pemex en Barreras le ha aportado "solvencia" a la hora de negociar pedidos, razón por la que en la plantilla se confiesan "cómodos" con su condición de socio. "Sería una pena que se fueran".

El vaso se ve más lleno entre los allegados al presidente, José García Costas, y su socio Iñaki Latxaga. Hijos de J. Barreras construirá dos buques con propulsión híbrida para la noruega Havila Kystruten (bautizados ya como Polaris y Pollux), y un ferri de 190 metros -el de mayor envergadura construido hasta la fecha en la ría de Vigo- para Naviera Armas. "García Costas y Albacora apuntan fuerte" y, agregan otras fuentes consultadas, "tienen el apoyo de la Xunta" , además de haberse garantizado la paz social con un nuevo convenio colectivo. En suma, los tres últimos contratos, por importe de más de 400 millones de euros, los cerró con Pemex como accionista, ya no como única referencia de cara al exterior. Con un nivel de actividad que no había alcanzado desde 2009 -antes de la crisis del tax lease y del descalabro financiero global-, Barreras cuenta con amarrar los dos nuevos buques de ultralujo para The Ritz-Carlton. El contrato continúa pendiente de cuestiones de índole económica. La firma del Azora permitió al naval vigués irrumpir en un segmento, el del transporte marítimo de lujo, al alza. Metalships & Docks firmó después la construcción del crucero a vela Sea Cloud Spirit, y la firma vasca Oliver Design eligió la ciudad para convertir el pequeño ferri Necdet Ali Yildirim en un barco premium para travesías de una semana por Escocia.

La cartera de pedidos de Barreras totaliza los 142.921 CGT (arqueo bruto compensado), equivalente a casi la mitad del volumen de actividad de los principales astilleros privados españoles, según se desprende de la información difundida por el Ministerio de Industria. Para Pemex, que factura más de 65.000 millones de euros, la participación en Hijos de J. Barreras no es significativa a nivel contable. La alianza se concibió oficialmente con el objetivo de "obtener tecnología especializada en construcción naval para continuar con el proceso de renovación" de la flota. La depreciación del crudo puso estas intenciones en cuarentena, y ha mantenido los dos floteles ( accommodation vessels) construidos en España -uno en Barreras y otro en Navantia- subutilizados. El día que se firmó el pacto entre el astillero vigués y PMI Holdings BV el Brent cotizaba por encima de los 110 dólares el barril; ayer, tras otra algarada de Donald Trump, lo hacía ligeramente por encima de los 65. Fuentes oficiales de Pemex eludieron pronunciarse ayer sobre su salida del capital del astillero.