El pasado septiembre, a regañadientes, la banca y los avalistas del ferri que construye Factorías Vulcano accedieron a una inyección de dinero en el astillero. Fue un anticipo -de casi cuatro millones de euros- con cargo al hito de entrega del barco, pero resultó completamente improductivo: no saldó las deudas con las auxiliares, no evitó entrar en impago con la plantilla y, en suma, no sirvió para terminar el barco. Nadie quiere que se repita esa escena y, por eso, el documento que ha de desbloquear el fin de los trabajos de construcción pasa por una implicación absoluta de todas las auxiliares con la propia Vulcano. Si el barco no se entrega, no cobran; si la empresa de pintura no concluye sus tareas, no cobran; si el astillero entra en liquidación el día antes de la ceremonia con la armadora, no cobran. Es el papel que ayer se le entregó a la plataforma de empresas auxiliares del ferri Villa de Teror, que ahora tienen unos tres días para validarlo.

La propuesta mantiene la quita del 25% para las subcontratas, tanto para las que ya terminaron los trabajos en el buque como las que todavía tienen que volver a las gradas. A las primeras se les abonará el 75% de la deuda contraída con ellas cuando se entregue el ferri, y recibirán "garantías" de Transcantábrica (filial de Naviera Armas). "Se ha comprometido a quedárselo". A las segundas se les abonará un 30% de la deuda durante los primeros 15 días de la reanudación de las obras, y un 45% cuando se remate la construcción. El Villa de Teror está en fase de cancelación -la naviera ya no tiene derecho a reclamar las penalizaciones por los retrasos, que ascendían a 10.000 euros diarios- y tenía que haberse entregado el 28 de junio del año pasado. Vulcano ha consumido ya más del 80% del valor del contrato, de 60 millones de euros.

Son media docena las auxiliares denominadas tractoras, de las que depende ahora que se termine el ferri. Sobre ellas ejercerán presión las que ya terminaron, y a su vez todas sufrirán la propia desde la plantilla, que suma ya seis nóminas sin cobrar. Este es el objetivo final del documento: que fuerce a todas las partes a entregar el barco. "Si no se hace así podemos estar eternamente en esta situación", lamentan fuentes consultadas. Según la planificación acordada por Vulcano y Armas, al ferri le quedan 42 días de trabajos a bordo.