Aún está lejos de conseguirse la plena equiparación salarial pero la realidad es que cada vez está más cerca el día en el que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil cobren lo mismo que los funcionarios que realizan sus mismas funciones en las policías autonómicas. La Confederación Española de Policía (CEP) y la UFP (dos de los sindicatos más representativos entre los agentes del cuerpo), difundieron hace días el acuerdo que se había firmado con el Ministerio del Interior presidido por el juez Fernando Grande Marlaska en el que se anunciaba que el próximo mes de abril se hará efectivo el pago de la parte de la nómina que va a incremenar el sueldo de los agentes.

El plan del Ministerio del Interior pasaba por subir los sueldos de los agentes de forma progresiva. No se pretendía ganar todo de golpe sino ir poco a poco mejorando las condiciones laborales de los miles de policías y guardias civiles que desempeñan sus funciones en todo el territorio nacional. En este sentido en el año 2018 se hizo una primera mejora. Se subió 2.434 euros al año brutos, lo cual suponía unos 200 euros al mes. Se trata de ganar un primer escalón que ahora se verá mejorado.

La subida prevista para el año 2019 se aplazó hasta el mes de abril. La situación delicada de un gobierno en minoría en el Parlamento obligó a que la subida se aprobara por Decreto Ley de manera urgente e impidió, aseguran desde el ejecutivo de Pedro Sánchez, que la subida se hiciera antes. En total con este nuevo ascenso los agentes verán incrementada su nómina en 4.564,54 euros brutos al año, lo que supone unos 380 euros brutos mensuales más al mes. Se trata de un segundo escalón que se debe completar el año que viene con otra subida que supondrá que los funcionarios cobren 561 euros más brutos al mes.

Miles de agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil salieron el año pasado a las calles a protestar por sus condiciones salariales. Se quejaban de que las policías autonómicas cobraban mucho más haciendo menos trabajo. Se llegaron incluso a crear plataformas de agentes al margen de los sindicatos (como Jusapol) que fueron las encargadas de organizar todas estas manifestaciones pero que finalmente no se pudieron sentar en la mesa de negociación al no ser una organización que representara a los trabajadores como tal y que hubiera sido elegida en unas elecciones sindicale