Hijos de Carlos Albo es una de las compañías de alimentación más antiguas de España. Fundada en 1869 por Carlos Albo Kay, la conservera viguesa ha decidido celebrar su 150 aniversario con un radical cambio de su imagen corporativa. A nivel visual destaca un packaging más limpio, en línea con la tendencia actual -como la emprendida por Fandicosta o Nueva Pescanova-, y con la supresión del tradicional escudo heráldico que acompañaba al nombre Albo. "Después de 150 años seguro que Carlos Albo estaría orgulloso de su obra. Porque, más allá de que la marca que creó se adapte a los nuevos tiempos, la esencia está intacta. El sueño de llevar los mejores productos del mar a nuestras mesas se mantiene", destacó la compañía, en manos de la firma china Shanghai Kaicuang, filial de Shanghai Fisheries y, a su vez, del holding Bright Food. Los asiáticos pagaron, en 2016, 61 millones de euros por la histórica conservera.

La transformación será integral, y centrada en un consumidor más digital y preocupado por el medio ambiente y la trazabilidad. "Mantenerse a flote durante tanto tiempo solo es posible teniendo siempre presente al consumidor, ofreciendo productos de calidad e innovando para ser una marca diferenciada", destacó la empresa. Hijos de Carlos Albo cerró 2017 con un volumen de ventas de más de 91 millones de euros, y cuenta con 240 trabajadores.