Dia quiere adelgazar para darle la vuelta a su crítica situación y reducir también el impacto del enorme ajuste laboral que tiene entre manos. La cadena, según adelantó ayer Expansión, ha encargado a la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) la venta del número máximo posible de tiendas de las 300 que prevé cerrar este año. El plan de reestructuración es todavía más ambicioso, con la intención de clausurar un total de 600 a medio plazo.

Si finalmente hay candidato o candidatos para hacerse con los establecimientos, la compañía podrá reducir los afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que hoy aborda con los sindicatos y que inicialmente contempla la salida de 2.100 trabajadores del negocio en España, básicamente de la red comercial. PwC ya está también en estos momentos sondeando interesados en adquirir una de las patas del negocio de Dia, el de cash&carry Max Descuento, mientras Santander y BBVA hacen lo mismo con las perfumerías Clarel.