Algunos trabajadores de Bosch en Vigo no llegaron ni a ocupar sus puestos ayer. Entraron y se dieron de bruces con el calendario de aplicación de un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) en el tablón de anuncios. Y de vuelta a casa. Lo sucedido es, como apuntan los sindicatos, el desenlace de "una negociación a lo loco" desde que a principios de este mes de febrero la multinacional puso sobre la mesa un duro ajuste laboral por la caída de encargos de Vodafone, su principal cliente. Los representantes de la plantilla de la teleco venían advirtiendo que era cuestión de tiempo que su crisis -con la previsión de recortar 1.000 empleos, según la última oferta de la compañía- fuera también la del negocio de call center de Bosch, que acaba de cesar a unos 200 efectivos contratados a través de Empresas de Trabajo Temporal (ETTs) y prevé mandar a casa a otros 650 de su personal directo entre 15 días y dos meses hasta el próximo mes de julio.

En el Bosch Communication Center de Vigo, considerado uno de los casos de éxito de inversión extrajera en Galicia, trabajan alrededor de 2.500 personas. Vodafone le tiene contratado el servicio de teleoperadores para asistencia técnica, el proceso de alta de clientes y la tramitación de las reclamaciones presentadas en los organismos públicos de consumo. La reestructuración de la filial española del grupo de telecomunicaciones para adaptarse a la merma de la rentabilidad del sector arrastra a Bosch, que, tras la notable caída de la carga de trabajo de noviembre y diciembre, estima que la situación seguirá igual en los próximos meses.

"Vodafone no ha comunicado nada oficialmente de sus previsiones de actividad, pero deslocalizó a Colombia las llamadas del servicio técnico y a una plataforma de Egipto una parte de lo relacionado con contratos y tarifas", asegura Laura Pérez Figueroa, de la CIG y presidenta del comité de empresa. Los 15 días de conversaciones con Bosch fueron "caóticos, todo con prisas y desorden", se queja, "incluso la empresa decía que no tenía un interlocutor válido en Vodafone por lo que se está pasando allí también".

"Fue imposible llegar a un acuerdo porque Bosch se negó en rotundo a aceptar ninguna de nuestras propuestas", sostiene también Iván Cordeiro, responsable de la agrupación de Servicios Técnicos de CCOO en Galicia. "De hecho -añade-, su intención inicial era alargar el ajuste hasta diciembre".

Aunque la empresa abrió la puerta a bajas temporales voluntarias, en la parte de asistencia técnica, a la que pertenecen más de 400 empleados, se ofrecieron unos 160; y en la de labor comercial, con otros 400 también, únicamente lo hicieron 11. Tras prescindir de toda la plantilla que venía por ETTs, el número de afectados en el personal propio de Bosch en Vigo ascenderá a 650. Solo los coordinadores, que se irán al paro 10 días como máximo, tendrán un periodo de extinción menor a los entre 15 días y 2 meses contemplados para el resto.

A los sindicatos les preocupa que las medidas puedan acabar alargándose el año al completo y llaman la atención de las condiciones en las que quedan los teleoperadores: su sueldo neto mensual se sitúa en 980 euros y en los momentos de desempleo cobrarán el 70% (686 euros). Propusieron a la empresa que se hiciese cargo de ese 30% que falta, pero Bosch no lo aceptó. "Llevo 15 años aquí y nunca hemos llegado a una situación de esta envergadura", sostiene Laura Pérez. "Están matando moscas a cañonazos", critica Iván Cordeiro.