Acaban de cumplirse dos años desde que el coruñés Antón Arias Díaz-Eimil asumió la presidencia de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). Lo hizo tras una jugada -tachada abiertamente de "traición" por parte de Pontevedra, Ourense y las sectoriales- en la que acabó por dinamitar las sucesivas llamadas al consenso que se habían proclamado con aspavientos en la patronal después de la dimisión de Antonio Dieter Moure, cuatro meses antes. Arias duró un año en el cargo. Después se volvió a tocar a rebato para contar con un patrón que contara con la aquiescencia general, pero nadie se presentó a las elecciones de julio. A día de hoy no hay fecha para los nuevos comicios y la CEG no ha dejado de ser -de momento- un reino de taifas. Donde no habrá elecciones es en la confederación de Pontevedra, pero por una razón bien diferente, ya que en este caso sí se ha configurado una lista "de consenso"; Jorge Cebreiros Arce fue proclamado ayer presidente para un segundo mandato, que concluirá en 2022.

La del empresario fue la única candidatura que se presentó en la CEP, que completó, también sin necesidad de comicios, las cuatro vicepresidencias y las 37 vocalías del comité directivo. "El consenso y la unidad presentes a lo largo de todo el proceso, desde que se aprobó el censo electoral y se convocaron elecciones, han permitido renovar el máximo órgano de dirección con la máxima celeridad y armonía posibles", destacó la organización. Este escenario contrasta con el de hace cuatro años, cuando Cebreiros batió a Luis Novoa por tres votos de diferencia (131 a 128). El proceso terminó en los tribunales, que ratificaron el resultado y solo ordenaron repetir la elección de la vicepresidencia Territorial. "Consenso total, compromiso y generosidad de todos", destacó ayer Cebreiros, que puso en valor el trabajo conjunto de todas las sensibilidades que se integran dentro de la CEP. "Creemos que es un éxito y un ejemplo a seguir que queremos transmitir desde Pontevedra", ahondó el mandatario de la CEP, que hizo alusión a la "necesidad de talante" en todos los ámbitos de la sociedad.

La confederación de Pontevedra ha renovado de hecho todas las vicepresidencias. La de Industria ha recaído en Enrique Fontán, presidente de la Confederación Española de Talleres (Cetraa) y de la Asociación Autónoma de Empresarios de Talleres de Reparación de Vehículos de Pontevedra (ATRA). Para la de Comercio Cebreiros ha fichado a Pablo Louro Carballeira, delegado de Gadisa en la provincia, que concurrió en representación de la Asociación de Supermercados y Autoservicios, Mayoristas y distribuidores de Alimentación (ASAP). El presidente de la Asociación de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías de Pontevedra (Asetranspo), Ramón Alonso, es el nuevo vicepresidente de Servicios; y su homólogo en la Asociación de Empresarios de la Pequeña y Mediana Empresa de Pontevedra (Aempe), José María Corujo, es desde ayer el vicepresidente de Territorial. Asimismo, fuentes consultadas por FARO apuntaron que Javier Touza (Cooperativa de Armadores de Vigo, Arvi) y Juan Manuel Vieites (Anfaco-Cecopesca) serán elegidos como vicepresidentes de libre designación a propuesta de Cebreiros.

"Es posible que se produzcan rotaciones en algunos cargos", anticipó el renovado líder de la CEP, quien matizó a renglón seguido que "nadie que quiera seguir trabajando por esta organización va a estar lejos del equipo que la gestiona". Cebreiros recordó, por último, que las reivindicaciones de la patronal provincial se centraron en los últimos años en las infraestructuras o los peajes. "Ha sido un trabajo impecable, y de ahí esta unidad".