Factorías Vulcano deberá presentar mañana en Madrid un acuerdo cerrado con sus trabajadores y la industria auxiliar que permita el desbloqueo de la construcción del ferri Villa de Teror, paralizada desde hace más de dos meses por falta de fondos a pesar de que la compañía recibió en octubre un adelanto extraordinario -y con cargo al hito de entrega- por parte de Banco Santander. A cierre de esta edición ese pacto estaba lejos de producirse, según indicaron a FARO fuentes conocedoras de las negociaciones. "Ni existe con la plantilla ni con las subcontratas". A los empleados el astillero les ofreció un adelanto de dos nóminas -no han cobrado desde septiembre-, y el desembolso del resto de la deuda tras la entrega del buque. La contrapropuesta del comité pasa por el pago de tres salarios, aunque de forma lineal. Esto es, con un importe igual para todos, independientemente de su nivel de responsabilidad en la empresa. La dirección de Vulcano rechaza ambas opciones, según indicaron desde CC OO y UGT. Al encuentro asistirán la entidad financiera, Naviera Armas (matriz de la armadora, Trasmediterránea), Pymar e Igape (Xunta).

"La empresa ha manifestado que el pago de tres nóminas representa el 60% de la deuda, un porcentaje muy superior" al que se ha ofrecido a las auxiliares. En este caso, como anticipó FARO, la propuesta consta de un pago del 30% de la deuda -no han cobrado desde mayo- y un 45% al finalizar los trabajos a bordo. Incluye así una quita del 25%, que las empresas rechazan de plano. Ayer la plataforma de auxiliares tenía previsto analizar en asamblea los últimos cambios remitidos por Vulcano, que no han trascendido, pero ese encuentro quedó pospuesto. Entre las propias empresas existe el temor de que se esté "trabajando" en un acuerdo solo con las compañías que tienen trabajos pendientes en el Villa de Teror, y no con la treintena que han participado en su construcción y a las que también se debe dinero. Los impagos de la histórica atarazana viguesa han provocado ya el despido de un centenar de empleados de auxiliares. Algunas han manifestado -en privado- tener problemas para abonar finiquitos o los sueldos del próximo mes.

La construcción del Villa de Teror se puso en vigor en abril de 2017, momento en que se fijó como fecha de entrega el 28 de junio del año pasado. Al barco le quedan todavía, según el plan elaborado por el astillero, 42 días de trabajo. En tanto el contrato entró en fase de cancelación el 24 de enero la naviera ha perdido el derecho a recibir una compensación por los retrasos, que ascendía a 10.000 euros diarios a partir de la fecha de entrega inicial. Un acuerdo bilateral entre Armas y Santander eliminó la amenaza de que se ejecutase esa cláusula de cancelación, sujeta ahora a que todas las partes validen un nuevo pacto económico y laboral. El buque está valorado en 60 millones de euros, de los que se ha consumido un equivalente al 80% (el 100% de la financiación, avalada por Pymar y Xunta, y un extra desembolsado en septiembre).