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Galicia sitúa por primera vez a ocho empresas pesqueras entre las mayores del mundo

La industria viguesa se hace fuerte en el ránking pese a la escasez de materia prima y el 'boom' asiático

Barcos de pesca de altura en Bouzas. // Marta G. Brea

La llamada Constitución de los Océanos (1982), por la que los Estados ribereños se aseguraron el dominio de 200 millas mar adentro, forzó a la industria gallega a un movimiento que, en cierto modo, vive ahora una reedición. Entonces los reabanderamientos, las filiales y sociedades mixtas permitieron al sector, que había hecho en esa década una fuerte inversión en renovación de flota, operar con garantías, ganar capacidad en origen y abastecer a una industria transformadora en ciernes. Tres décadas después, pasada la doble recesión, el sector repite estrategia con más esfuerzos en el área extractiva, transformadora y en el exterior. Y con éxito, porque nunca Galicia había alcanzado un peso tan significado en el top 100 de transformadoras y comercializadoras de proteína marina. A falta de los datos consolidados del ejercicio 2018, la representación local vendrá de la mano de Nueva Pescanova, Grupo Calvo, Jealsa Rianxeira, Frinsa del Noroeste, Grupo Iberconsa, Grupo Profand y Conservas Garavilla (de matriz vasca, el brazo productivo está en suelo gallego). A este grupo, con unas ventas consolidadas que rondarán los 250 millones de euros, asoma ya Pescapuerta. El umbral de facturación con el que las empresas entran o salen de este ránking está, precisamente, en los 300 millones de dólares (263 millones de euros, al cambio actual). En suma estas empresas facturan 4.000 millones de euros anuales.

Desde el sector apuntan a un "momento convulso", no exento de desafíos, pero que "las empresas están demostrando que son capaces de asumir". Y, añaden, "después de una crisis dura y larga". El viento de cola sopla en forma de aumento de demanda. El último informe sectorial de Research & Markets ha vaticinado un incremento de la facturación del 3,6% anual hasta 2023, momento en el que, por cierto, la producción acuícola rebasará ya a la extractiva. El mismo estudio prevé que la industria mundial alcance los 137.000 millones dentro de cuatro años, frente a los 106.000 con los que cerró el ejercicio 2016. El segmento de pesca congelada, en el que las empresas gallegas son potencia global, superará los 26.000 millones (+25% en siete años), de acuerdo esta vez al análisis de Zion Market Research. "La concentración en el retail (canales de venta minorista) te obliga a elevar volúmenes", y la enorme competencia fuerza al sector a garantizarse los aprovisionamientos desde el origen.

Las estrategias

Las operaciones corporativas de consolidación emprendidas principalmente en el último trienio han facilitado esta tarea, y dotado de paso de tamaño a los operadores. En 2013, por ejemplo, Galicia contaba con solo una compañía pesquera -no conservera- en el top 100, que elabora cada año el portal especializado Undercurrent News. Era Pescanova SA, entonces en fase concursal y en proceso de corrección de cuentas. La multinacional pasó de unas ventas de 1.465 millones en 2012 -elevadas por la liberación de stock para generar caja- a 1.062 millones un año después. El bache del grupo restó peso específico a la industria gallega a nivel global, aunque se compensó con el avance de compañías como Calvo (618,3 millones de facturación en 2017), Jealsa Rianxeira (600 millones) o Frinsa (405). Este statu quo se mantuvo hasta la eclosión de las viguesas Grupo Iberconsa y Profand ( con la entrada del fondo Portobello en la primera de ellas). La compañía que dirige Alberto Freire cerró el pasado ejercicio con un volumen de negocios de unos 350 millones, como ha recogido Alimarket. Argentina, Sudáfrica, Estados Unidos, Namibia o Marruecos son los mercados donde han ganado capacidad estas dos sociedades.

Al margen de la irrupción de más firmas gallegas en el club de las 100 de mayores ventas, las primeras posiciones no se han movido. Maruha Nichiro (principalmente trader), Nippon Suisan Kaisha, Thai Union Group, Marine Harvest y Mitsubishi Corporation (dueña de la productora de piensos para acuicultura Cermaq) mantendrán los cinco primeros puestos una vez más. En comparación con hace cinco años solo se ha movido, a la baja, la nipona OUG Holdings. No hay ninguna firma china en los puestos de salida, pero su expansión ha supuesto ya una metamorfosis en la industria. Si hace cinco años el gigante asiático se gastaba casi 100 millones de euros a la semana en importar productos pesqueros, hoy supera holgadamente los 140 millones. Y eso teniendo en cuenta dos circunstancias: no se ha producido un incremento en las capturas de pescado (estancadas en los 82 millones de toneladas), y China -mayor productor mundial- ha puesto el freno a las exportaciones (ventas de 212 millones a la semana en 2013, y de 225 el pasado año). Pero se ha convertido ya, como publicó FARO, en el primer comprador de productos procedentes de Argentina, un puesto que pertenecía hasta ahora a la industria española.

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