Pocos discuten el buen hacer de Iago Aspas en los campos de juego. El de Moaña ha demostrado su talento sobre el césped y, ahora, quiere hacer lo propio en el mundo de los negocios, concretamente en el sector del ladrillo. Para ello el jugador celeste viene de crear una sociedad limitada para invertir en inmuebles.

Las operaciones del negocio, cuyo único socio es el propio Iago Aspas, arrancaban el 23 de enero con un capital social de 850.000 euros, una cantidad sustancialmente mayor a los 3.000 que se exigen para arrancar cualquier sociedad limitada.

La finalidad de la empresa, la compra y venta de inmuebles, promoción, construcción, arrendamiento entre otras actividades propias del sector.