La Comisión Europea ha enviado pliegos de cargos a ocho bancos, cuya identidad no ha desvelado, a los que acusa de prácticas para distorsionar la competencia en el mercado de bonos públicos emitidos en euros por los países de la eurozona. Bruselas sospecha que las ocho entidades participaron en un "esquema colusorio" en diferentes periodos entre 2007 y 2012. Los operadores que trabajaban para estos bancos intercambiaron información sensible y coordinaron sus estrategias.