Quedan 64 días para que Reino Unido se desconecte de la Unión Europea. O no. Tras el abrumador rechazo del Parlamento británico a la propuesta de divorcio presentada por la primera ministra el pasado día 16, nadie tiene claro qué es lo que va a pasar. Teresa May presentó esta semana el famoso plan B, que pasaría por darle una vuelta con Bruselas al acuerdo sobre la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, uno de los puntos más críticos del Brexit. Las autoridades comunitarias ya le han dicho a a la premier que nada de eso. "Es una línea roja que no vamos a negociar", advirtió ayer Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea. Mientras, en casa, a May se le acumulan las enmiendas de los diputados en la Cámara de los Comunes, para, incluso, retrasar la salida en caso de que siga sin haber una solución de la que están pendientes muchísimas empresas en todo el mundo. Reino Unido es uno de los principales mercados para el comercio internacional de Galicia y la crisis pilla a las empresas de la comunidad en máximos en la exportación al país.
Con un incremento anual del 16,1%, las ventas de Galicia al Reino Unido superaron los 1.500 millones de euros entre enero y noviembre de 2018, según los datos que acaba de publicar la Secretaría de Estado de Comercio. Se mantiene como cuarto principal destino del negocio exterior de la región. Absorbe el 7,1% del total, por detrás de Francia (19%), Portugal (13,5%) e Italia (9,8%). Aunque Galicia no es, como recuerda el Consello Económico y Social (CES) de Galicia, la autonomía con mayor exposición a la economía británica, la falta de acuerdo o un Brexit duro dejará efectos "notables" para Galicia. De hecho, uno de los condicionantes que la Xunta pone a su previsión de crecimiento para el PIB regional es precisamente este.
Si finalmente no hubiera una salida pactada, Reino Unido pasaría a tener categoría de "país tercero" y "supone endurecer las condiciones de exportación de nuestros productos", señala el análisis realizado por Fernando González Laxe. Imposición de controles "y trámites burocráticos más estrictos" frente a la libre circulación actual. "Una nueva situación que podría llgar a suponer una paralización de ciertos flujos y corrientes comerciales -añade-, así como un atraso en lo que incumbe a los suministros y ventas debido a las nuevas tramitaciones".
Parte de récord de las exportaciones al Reino Unido podría venir, según aseguran los expertos, del refuerzo de productos y materiales de las empresas, precisamente, para evitar problemas de desabastecimiento por el cambio de reglas en las aduanas. Entre los capítulos que más pesan en la balanza comercial entre los dos territorios, los mayores incrementos se registran en material de transporte, con una subida de las ventas del 68,5%, hasta los 202 millones de euros; y en el sector de la automoción, donde se disparan otro 56%, con 205 millones de euros. El alza en semifacturas fue del 19%: suma 207 millones, con subidas de hasta el 15% en metales no ferrosos, del 17% en productos químicos y del 23,5% en el caso de otros productos de este tipo.
Son los mismos artículos que están detrás del aumento un 24% de las importaciones desde allí, con 300 millones de euros en total. El saldo de compras de Galicia al Reino Unido en componentes del automóvil, por ejemplo, crece un 320%.
Cae la alimentación. Sobre todo los productos pesqueros, pilar de los intercambios comerciales con Reino Unido y de los sectores que estarían más afectados en Galicia por un Brexit duro. La exportación baja un 23% y un 17% las importaciones. El textil, que por sí solo su pone un tercio de todas las ventas de Galicia al mercado británico, se mantienen estables de momento. Ascienden a 522,5 millones de euros entre enero y noviembre del pasado año, un 5,6% más que en los mismos meses de 2017.
