Por segundo año consecutivo, Galicia superó en 2018 la barrera del millón de contratos. Además de la prórroga de unos 100.000 temporales y la conversión en fijos de más de 40.000, se firmaron 1.069.672 nuevos. En ese mismo periodo, la ocupación aumentó un 2,1%, con 20.659 cotizantes; y el paro cayó un 8,5%, lo que supone una reducción de 15.718 desempleados. La comparativa entre ambos ingredientes del mercado laboral deja claro el progresivo alejamiento entre la velocidad a la que se recupera la contratación y la que sigue el empleo. Por cada afiliado que entra en la Seguridad Social se formalizan en la comunidad una media de 52 contratos. La principal explicación está en la elevadísima temporalidad que azota al mercado laboral gallego y, en general, a todo el país, agravada después de la crisis. Los trabajos con fecha de caducidad son la inmensa mayoría y dentro de ellos destacan con fuerza los que duran días e incluso horas. Volvieron a registrar un fuerte ascenso el pasado ejercicio, cerca de un 10%, hasta el punto de que en estos momentos representan ya el doble que en 2013, cuando el empleo empezó a dar señales del cambio de ciclo.

La contratación aumentó en Galicia un 4,9%. Es la menor subida de los últimos cinco años y prácticamente la mitad que el alza de 2017, cuando se firmaron un 8,2% más de contratos que el ejercicio precedente, y a una distancia considerable del 12% de 2014 y 2015, según los datos de la Consellería de Economía, Emprego e Industria recopilados por el Instituto Galego de Estatística (IGE).

Además de la transformación en fijos de algunas vacantes cubiertas en principio por temporales o por la orden de la Inspección de Trabajo tras descubrir el fraude, la contratación indefinida aumentó el pasado año más de un 17% en Galicia, hasta superar los 58.000. En este caso, se trata del mayor incremento desde el fin de la doble recesión, pero también suponen una clara minoría respecto al conjunto de contratos iniciales: el 5,4%. El resto, 1,011 millones, fueron temporales.

Y una vez más, dentro de las ocupaciones eventuales, sobresalen los contratos que como mucho se prolongaron una semana. Es decir, las que funcionan horas o días contados. Sumaron en 2018 más de 375.000, después de un también importante crecimiento del 9,4%. Esta modalidad no para de ganar terreno en el mercado laboral gallego y el pasado año supusieron el 35% de los nuevos contratos.

Los contratos que van de una semana a un mes aumentaron a mucha menor velocidad, un 4,5%, con 113.797 al cierre del año; los de un máximo de medio año subieron un 2,2% (174.289); un 11,4% los de seis a doce meses (25.727); y por encima del 11% también los de más de un año, aunque son muy pocos: 4.200. En otros 317.800 la duración era indeterminada, con una caída respecto a 2017 del 0,7%.

Entre los concellos que presentan un mayor movimiento laboral, la evolución es dispar. E incluso algunos de ellos se desmarcan de la tendencia general y acabaron el año con descensos en la contratación. Ocurrió en Cangas, donde bajó un 2,4%; en Narón, otro 1,1% de caída; del 3,1% en Redondela; y del 2,1% en Moaña. Vigo se sitúa a la cabeza con más de 138.000 contratos, lo que supone un ascenso del 8%, cerca del doble que el conjunto de la comunidad y que en A Coruña, con un alza del 4,7% (106.888). En Santiago aumentaron un 5,3%; un 4,4% en Lugo; y destacan las subidas relevantes de Ourense, Pontevedra y Vilagarcía, del 10,8%, el 8,9% y el 11,2%, respectivamente.