En el imaginario popular, el autónomo es un héroe, un hombre o una mujer capaces de afrontar las condiciones más adversas, pero también el último eslabón de la cadena en cuanto a derechos sociales. Esto último, según Rafael Granados, empezará a cambiar tras las medidas aprobadas en el último Consejo de Ministros.

-¿Qué le parece el acuerdo alcanzado con el Gobierno?

-En cuanto a conquistas sociales, un hito histórico. Hemos conseguido un buen número de prestaciones a cambio de una subida de 5,35 euros. La lucha sigue porque nuestro objetivo pasa por equipararnos al resto de trabajadores.

-¿Ustedes son más empresarios o más trabajadores?

-Más trabajadores. Siempre se ha visto al trabajador autónomo como un empresario, pero el autónomo es fundamentalmente un trabajador, es el que repara los coches, reparte paquetes, amasa el pan... pero al mismo tiempo tenemos nuestra propia empresa. Asumimos todas las obligaciones del empresario y ningún derecho del trabajador. Ese es nuestro gran problema y con este acuerdo se ha empezado a solucionar.

-Pero les vuelven a subir la cuota y muchos de ustedes no llegan al salario mínimo.

-Por eso pedimos que se cotice según los ingresos y a los que no superen el salario mínimo, pues que se les aplique una tarifa plana similar a la de los emprendedores, la cual ha pasado de 50 a 60 euros. Nuestras pensiones en Galicia son muy bajas, en muchos casos son la mitad de lo que cobra un trabajador del régimen general en Madrid. En cualquier caso, siempre que se pueda, recomendamos a nuestros afiliados gallegos que suban las bases de cotización para alcanzar una jubilación digna.

-La publicidad de las compañías que quieren captarles, bancos, telefonías, etc., les trata como a héroes, valientes, gente que trabaja en cualquier situación, ya sea con gripe, lesiones...

-Por eso es tan importante este acuerdo. Por ejemplo, las mujeres autónomas tendrán una mayor protección por maternidad, ya que podrán acceder a la tarifa plana de 60 euros durante 12 meses tras la prestación de baja por maternidad sin tener que cesar previamente en su actividad, lo que va a facilitar la conciliación familiar y laboral. Vamos a estar cubiertos por contingencias profesionales y por el cese de actividad, es decir, que en el caso de que tengamos un accidente en el trabajo vamos a cobrar la baja desde el primer día, cosa que antes no teníamos, todo nos lo metían por enfermedad común.

-¿Qué otros logros detacaría?

-Otro importante es que si tenemos una baja de larga duración, más de 60 días, vamos a tener una bonificación del 100% en la cuota de los autónomos. Hasta ahora nosotros teníamos que estar cotizando a la Seguridad Social independientemente del tiempo que estuviésemos de baja. Si un autónomo estaba cotizando por la mínima, unos 700 u 800 euros aproximadamente, tenía que seguir pagando los 280 euros de cuota de autónomos, por lo que en muchos casos, como solo recibíamos el 75%, nos quedaban unos 350 o 400 euros. De esta manera nos va a quedar el 75% de la base de cotización íntegra a partir del día 60. Otra buena noticia es que mejora la prestación del paro, que hasta ahora no solo era inferior a la de los trabajadores del régimen general sino que para solicitarla teníamos que demostrar una pérdida superior al 10% en el año anterior. Ocurría que en muchos de casos no podíamos acceder a esas prestaciones aunque estuviésemos cotizando por el cese de actividad.

-¿ Y la mayor pega?

-Este acuerdo nos va a permitir vivir mejor, pero queda mucho trabajo por delante. Galicia, por ejemplo, es la comunidad que más autónomos pierde. ¿Cuál es el motivo? Sabemos el número de personas que cesan en la actividad de autónomo, pero ignoramos los motivos. Es fundamental conocerlos para aplicar políticas adecuadas.

-¿Qué debería hacer la Xunta de Galicia en este sentido?

-Incentivar más la consolidación del emprendimiento que se genera y analizar bien qué está pasando. Tenemos que saber por qué se producen esas bajas, si es por jubilación, si es por empresas que se han creado recientemente y no han podido mantenerse en el tiempo, si es por gente que ha encontrado otro puesto de trabajo...

-¿Dónde cree usted que radica el problema?

-Tenemos que mejorar la ley de segunda oportunidad, el emprendedor generacional y, sobre todo, las ayudas a la continuidad de los autónomos. La mayor parte de las ayudas son para el emprendimiento pero... ¿qué pasa con los autónomos ya constituidos? Si inicias una actividad y a los tres o cuatro años no te va bien, cierras. El caso es mantenerse y para evitar el número negativo de Galicia hay que consolidar la empresa, mantenerla y crear puestos de trabajo.

-Galicia también cuenta con una población envejecida.

-Ahora tenemos la jubilación activa pero, debido a los requisitos que se están solicitando, no todos los autónomos podemos acceder a ella. Lo que pedimos es que todos los autónomos, independientemente de que tengan trabajadores a su cargo o no, podamos seguir trabajando a la par que cobrando nuestra jubilación al 100%. Esto es muy importante, sobre todo en sectores tradicionales como el comercio, que está cayendo en picado durante los últimos años. Hay que tener en cuenta que hemos perdido más de 6.000 autónomos en los últimos tres años. Y muchos de ellos vienen del sector de la agricultura y del comercio.

-¿Y los jóvenes?

-Otro tema importante es el relevo generacional. Tenemos muchísimos autónomos que van a cerrar sus empresas y no hay gente que continúe. Es el caso de una empresa con cinco trabajadores en la que el dueño se jubila: esos empleos se pierden. No solo se pierde el autónomo, también a los trabajadores que cotizan a la Seguridad Social porque nosotros, además del salario, cubrimos su seguridad social. Ahora mismo la media que tenemos supera los 45 años y muchos de los autónomos que se están dando de alta como emprendedores no son jóvenes menores de 30 años, son personas que vienen rebotadas del régimen general, que se ven fuera del mercado laboral y que optan por el autoemprendimiento como última salida.

-Autónomos forzosos.

-Tendríamos que potenciar el autónomo por vocación desde los colegios y las universidades, no los autónomos por necesidad. Si el convertirse en autónomo constituye la última salida que te queda, estas asumiendo riesgos que no quieres asumir y eso aumenta la probabilidad de cierre de la actividad. En las universidades gallegas y españolas, aunque van aumentando los estudiantes que aspiran a ser su propio jefe, son pocos en comparación con otros países.