En 2019 la economía gallega generará más empleo y facturación, aunque deberá redoblar su esfuerzo por la innovación, la formación cualificada y la diversificación (de productos y mercados) para fortalecerse de cara al futuro y lograrlo con garantías. Es la previsión casi unánime de nueve sectores que representan cerca del 60% del Producto Interior Bruto (PIB) de Galicia, cuyos portavoces han coincidido en gran parte también en que la inestabilidad política en España y las consecuencias del Brexit serán los principales factores de incertidumbre para el ejercicio que está a punto de estrenarse. Son áreas de actividad (textil, industria metalúrgica, construcción y reparación naval, de transformación pesquera, conservera, turismo, comercio minorista, construcción y madera) que han capeado de distinta forma la crisis económica y la recuperación; la industria manufacturera ha recuperado casi la mitad del peso que perdió durante la doble recesión, el turismo y el alza de la demanda interna han elevado un 10% el valor añadido bruto del comercio y la hostelería y la construcción todavía ve muy lejos el 11% que llegó a representar en términos de generación de riqueza.

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Todas las actividades encaran desafíos tanto exógenos como propios; la escasez de mano de obra cualificada se ha extendido tanto a sectores más disruptivos (de industria 4.0, economía digital) como a oficios más tradicionales. Encontrar y captar este capital humano será determinante, como han coincidido desde el textil, el naval, el comercio o el metal. Galicia cerró el tercer trimestre con una tasa de paro del 12,2%, y la previsión del Ejecutivo autonómico -avalada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF)- es que el empleo crezca en torno a un 1,5% en 2019 con un avance del PIB de en torno a un 2,5% (la AIReF ha elevado esta tasa en una décima), y que en todo caso -de acuerdo al panel de Fundación de Cajas de Ahorros, Funcas- será superior al crecimiento de la media nacional.

El caos británico

Como factores externos el Brexit, la guerra comercial avivada por Donald Trump y la posible subida de tipos por parte del Banco Central Europeo -que ya ha dejado el programa de compras- ejercerán asimismo un notable impacto sobre los principales sectores gallegos. La desconexión de Reino Unido de la Unión Europea se producirá el próximo 29 de marzo, sin que de momento se haya clarificado de qué manera se producirá esta separación traumática. Londres y Bruselas sellaron un pacto por el cual los buques mantendrán el mismo derecho a operar en aguas británicas a cambio de acceso a mercados, con el compromiso de sellar un futuro acuerdo pesquero antes de julio de 2020. Pero tanto el withdrawal agreement (acuerdo de desconexión) como la declaración política no ha pasado la criba del Parlamento. Nada se ha despejado tampoco respecto a la imposición de aranceles, que podrían superar el 24% para las conservas de pescado, o el impacto real que tendrá sobre los ciudadanos británicos, capitales en el turismo gallego.