Hijos de J. Barreras necesita 300 nuevos trabajadores para la construcción de los dos barcos de Noruega, lo que elevará el número de profesionales en el astillero a cerca de un millar. "La idea es hacer las dos unidades aquí, al menos en un 99%. Vamos a tener que incorporar gente", explica para FARO el presidente de la factoría, José García Costas. La urgencia del pedido realizado por Havila Kystruten -los dos buques deben entrar en funcionamiento en 2021, motivo por lo que se barajaba la posibilidad de subcontratar la fabricación de uno de ellos- y la ya anunciada escasez de mano de obra en el naval suponen una dificultad extra. "Traemos a la gente de fuera y nos buscamos la vida donde podemos", añade el mandatario. Con todo los trabajadores en plantilla ya han iniciado la obra de ambas unidades con el corte de las primeras 100 toneladas de acero de cada uno.

Fue a principios de año cuando el propio García Costas alertó del problema en el naval: en la puesta de quilla del crucero ultrapremium para la cadena hotelera The Ritz-Carlton (The RitzCarlton Yacht Collection) explicó a un grupo de periodistas que tirarían de personal "foráneo" ante "un problema grave" de falta de mano de obra cualificada. Y cumplió. A las pocas semanas la firma lusa Irontec trabajaba ya en el astillero con más de un centenar de operarios dedicados, principalmente, al ensamblaje de los bloques. A partir de ahí se anunciaron programas y planes de formación tanto en los astilleros como en las empresas auxiliares.

Si la situación para Barreras ya era difícil con un barco -único en su especie, eso sí- en cartera, ahora con cuatro es peor. "Hemos estado realizando cursos y formando a la gente. Con eso se palió un poco la falta de personal, pero no se solucionó la totalidad del problema", explica García Costas. El responsable del astillero señala que en la actualidad hay 600 trabajadores en el astillero y "el número está creciendo" debido al número de pedidos, el de mayor volumen desde 2009.

Havila Kystruten encargó a Barreras la construcción de dos de los cuatro barcos que necesita para 2021 (los otros dos serán fabricados en Turquía). Con los nombres Havila Polaris y Havila Pollux, cada buque tiene 125 metros de eslora, 20 de manga y una capacidad para 700 pasajeros. Debido a los requisitos del Gobierno noruego para navegar por los fiordos respetando el medio ambiente, las unidades serán propulsadas con un sistema de gas natural licuado y se convertirán en los barcos que mayor cantidad de baterías lleven a bordo (a día de hoy).

"Aunque no son tan exclusivos como el de Ritz (son algo más básicos), está claro que son barcos especiales", afirma el presidente de Barreras, que aclara también que finalmente los barcos no tendrán carga rodada, lo que los convierte en cruceros. "Es cierto que en un principio se habló de que serían barcos mixtos y podrían llevar coches, pero la carga rodada fue eliminada; tendrán camarotes y un espacio para carga, pero no rodada", explica García Costas.

El pedido de Havila, valorado en más de 200 millones, coincide en el tiempo con el ferry encargado por Naviera Armas, que entró en vigor hace escasos días. También propulsado por gas natural licuado (serán los primeros que se hacen en la Ría de Vigo con este sistema), en este caso se trata de un barco de 190 metros de eslora, más de 10.400 toneladas y una capacidad para 1.800 pasajeros. No está claro todavía si el casco será finalmente realizado en Vigo. "No está decidido, pero como vigués si se puede dejar horas de trabajo aquí, lo haremos", sentencia García Costas.