El alquiler ronda ya la categoría de producto de lujo para la inmensa mayoría de los ciudadanos. Sin la opción en muchos casos de firmar una hipoteca por la inestabilidad de su contrato, por la incapacidad de desembolsar un adelanto ahora que los créditos no cubren el 100% del importe y hacer frente también al pago de los impuestos vinculados a la transacción, el mercado del arrendamiento lleva tres años con un incremento disparado de los precios, presionados por la fuerte demanda. Esa subida supera el 10% en Galicia. El importe medio se situaba en 363,1 euros en 2014 y en este ejercicio, con los datos hasta el cierre de octubre, escala a los 400,7 euros mensuales, según el último balance del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), elaborado a partir de los datos de las fianzas depositadas en el organismo. En las dos principales ciudades de la comunidad la cuantía es todavía mayor: son 478,6 euros en Vigo y 474,8 en A Coruña. Si acceder a un piso es toda una odisea para un trabajador cualquiera, lo es más todavía para los jóvenes, que en la región deben destinar alrededor del 40% de sus ingresos al pago del alquiler.
Frente a los 18.463 euros de retribución media en Galicia, los asalariados de entre 26 y 35 años, la franja de edad a la que supuestamente toca emanciparse, perciben unos 14.310 euros, como recoge el informe laboral de la Agencia Tributaria correspondiente al pasado 2017. Son poco más de 1.000 euros repartidos en 14 pagas, teniendo en cuenta siempre que las remuneraciones más altas tiran del dato hacia arriba. De hecho, si elevamos el techo de edad hasta los trabajadores de 39 años, un 40% del total no pasó en 2017 de los 1.049 euros brutos al mes, según el Instituto Galego de Estatística (IGE).
"Solo un 29% de nuestros jóvenes puede realmente independizarse, es decir, que únicamente uno de cada cuatro dispone de un empleo o recursos económicos suficientes para poder afrontar una vida fuera de la unidad familiar -advierte la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), en un estudio que acaba de elaborar-. Y de este porcentaje únicamente el 88% de los menores de 35 años pueden permitirse arrendar una vivienda, mientras el 12% sí pueden tener disponibilidad o recursos económicos para poder tener una vivienda en propiedad".
También una advertencia así lanzaba el Consejo de la Juventud en su último informe sobre la emancipación del colectivo en España. Las cifras son del primer semestre del ejercicio pasado, por lo que evidentemente habrán variado por la evolución del mercado laboral -la tasa de paro bajó del 31,6% al 28,5% en este tiempo entre los 20 y los 24 años; del 21,3% al 19,7% entre los 25 y los 29 años; y del 15,9% al 14% entre los 30 y los 34 años-, pero también por el encarecimiento de la vivienda y de los alquileres. ¿Y qué decía el organismo? Que los precios del alquiler se habían incrementado para los jóvenes casi un 12% en el último año y hasta un 21% la cantidad de ingresos que un hogar formado por gente de esta edad debían destinar al abono de la renta.
"Esto hace que mientras el número de hogares jóvenes sobreendeudados sea del 12% en total, en el caso de los hogares en régimen de alquiler esta cifra se eleva al 24,7%", explica el Consejo de la Juventud. O, lo que es lo mismo, a junio de 2017 uno de cada cuatro hogares jóvenes gallegos superaba el umbral del 40% de sus recursos en el pago del alquiler. "También los suministros se han encarecido, subiendo su coste un 11,85% respecto al año anterior -continúa-, situando en un 9% de los ingresos por hogar joven el porcentaje que debían dedicar a su pago".
Los primeros síntomas de estabilización en el coste del arrendamiento desde mediados de este año en Galicia no suponen ninguna garantía porque los precios están en niveles "difícilmente asumibles para las rentas media y medias-bajas", asegura Fegein, que avisa de un "preocupante problema" de cara principios del próximo año por las tensiones en la demanda y la falta de oferta en Vigo o A Coruña, donde precisamente se concentra buena parte de la búsqueda de vivienda. "En muchas ocasiones -afirman las inmobiliarias- el alquiler representa para los jóvenes prácticamente toda su nómina".
