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El repunte de la movilidad geográfica laboral

Madrid y Canarias se consolidan a la cabeza del éxodo laboral de los gallegos y Cataluña ya cae

El número de asalariados que se van superó los 6.800 en 2017, un 1% más que en 2016 y un 37% por encima de 2013 -Las llegadas desde otras comunidades sumaron 4.378

Hugo Barreiro

Hasta hace relativamente poco, España no era un país muy dado a la movilidad geográfica por cuestiones de trabajo. La tendencia a aguantar lo máximo posible sin hacer las maletas era especialmente evidente en algunos territorios como Galicia, a pesar de su histórico currículum de migraciones masivas a otras comunidades, centro de Europa y hacia el otro lado del charco a principios y mediados del siglo pasado. Pero también eso cambió con la doble recesión. Volvieron los flujos hacia el exterior y se avivaron los interiores, sin salir del país, aprovechando las diferentes velocidades de la recuperación según la región. Coincidiendo con la vuelta al crecimiento de la economía, la salida de gallegos para ocuparse en el resto del Estado crece con fuerza. Fueron más de 6.800 el pasado 2017 tras un incremento del 1% respecto al ejercicio al anterior y del 37,3% en comparación con 2013. Madrid y Canarias se consolidan como principales destinos del éxodo laboral desde Galicia junto con Cataluña, aunque en este caso el número de salidas empieza a caer y aumenta con muchísima fuerza la entrada de trabajadores desde allí.

Galicia alcanzó el pasado año un total de 987.255 asalariados, según la Estadística de Movilidad del Mercado de trabajo en las fuentes tributarias publicado ayer por la Agencia Tributaria. Eran 8.461 más que en 2016, lo que supone un alza del 0,9%, la más baja de toda España, con una media del 2,7% y picos del 4,4% en Baleares y del 3,7% en Canarias y Murcia. Unos 894.600 empleados permanecieron en Galicia, mientras que se fueron 6.865 y vinieron 4.763. A esto hay que sumar el comportamiento natural del mercado laboral autonómico, con 77.434 bajas y 87.997 altas fruto de nuevos activos con un puesto y los que abandonan por jubilación, entre otras razones.

Tres de cada diez asalariados gallegos que cambian de comunidad para trabajar se marcharon a Madrid: 2.423. El flujo hacia el centro del país aumenta un 0,7%. A continuación está Cataluña, con 1.044 traslados, aunque a diferencia del resto de principales destinos el número de emigrantes gallegos cae. Lo hace un 0,8%. En tercer lugar está Canarias, que recupera a velocidad de vértigo la atracción perdida para los trabajadores gallegos desde el pinchazo del estallido de la burbuja inmobiliaria. La movilidad de Galicia hacia el archipiélago subió un 3,1% en 2017 y cerca del 53% desde 2014, conforme recogen los datos del organismo dependiente del Ministerio de Hacienda.

Por la misma razón que Canarias vuelve a tirar fuerte de la movilidad geográfica, básicamente las actividades ligadas al sector turístico, también Baleares se está convirtiendo en un polo para la mano de obra gallega. Solo en el último año analizado, el número de salidas desde la comunidad se disparó un 10%, hasta las 382. Destaca también la evolución con Murcia, una de las regiones con mayor aumento de asalariados, de los que 125 procedían de Galicia, un 10,6% por encima de 2016. El otro destino sobresaliente, aunque también en niveles muy distanciados de los grandes flujos migratorios desde Galicia, es Cantabria, donde la entrada de empleados de aquí aumentó más de un 16%.

El balance de la Agencia Tributaria no detalle qué sectores son los que acogen a los gallegos que se van a trabajar fuera. Sí lo hace el informe de Movilidad Laboral del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), elaborado a partir de los contratos firmados -que pueden ser mucho más de uno por persona- y no del número de asalariados. ¿Y cuáles son esas actividades? Casi 17.000 contratos entre los emigrantes gallegos, uno de cada cuatro del total, es para comercio y hostelería, y otros 13.000 (20%) están en labores no cualificadas. Alrededor de 9.200 (14%) fue de técnicos y profesionales científicos e intelectuales y 8.059 (12,3%) para técnicos y profesionales de apoyo.

La entrada de asalariados desde otros lugares de España creció un 3,6%, hasta los 4.378. El ascenso es especialmente llamativo en los flujos desde Cataluña, probablemente agudizados por la inseguridad económica vinculada al proceso soberanista: un 33,5% más de salidas que en 2016, hasta las 665. Las caídas más notables se dan en Asturias, un 4,1%; y Comunidad Valenciana, un 4,9%.

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