Las ganaderías gallegas de Pascual, las más eficientes de España. Así se desprende de la presentación por parte de Calidad Pascual de los resultados provisionales obtenidos en 2018 por sus ganaderías de Galicia en el Programa de Eficiencia Productiva. Esta iniciativa, nacida en 2009 y pionera en España, tiene por objetivo principal mejorar la eficiencia en el uso de los medios de producción en las granjas, como condición necesaria para mejorar su rentabilidad, generar un menor impacto ambiental y reducir el desperdicio alimentario.

En línea con los resultados de años anteriores, las conclusiones del Programa de Eficiencia Productiva revelan que las ganaderías gallegas de Pascual son las más eficientes de España y destacan por la alimentación de sus vacas, la calidad de la leche producida y el respeto al medioambiente. En este escenario, el principal reto que se plantea en la zona es producir más leche por cada kg de materia seca ingerido, lo que se consigue adaptando el número de cabezas a las plazas de alojamiento disponibles, mejorando la calidad de los forrajes y controlando el nivel de urea en leche.

Cabe destacar que, desde 2015, las ganaderías gallegas han pasado de obtener 10.422 kg de leche al año por vaca a 11.507 kg.

A nivel nacional, Pascual consigue que la tasa de abandono sea inferior a la media española, colaborando con el ganadero para lograr una explotación sostenible y rentable. La tasa de abandono media en España entre 2011 y 2018 fue del 5,9%, mientras que en Pascual fue del 2,7%, lo que equivale a casi la mitad de abandonos. Además, las granjas que participan en este programa cuentan con más de 500 trabajadores directos y más de 12 mil hectáreas de superficie agrícola.

El método de trabajo comienza con la explicación al ganadero de los objetivos, metodología, compromisos y expectativas. Para seguir, luego, con la metódica toma de los datos; el cálculo de los índices; la elaboración de informes comparativos entre las distintas ganaderías y de evolución de la propia granja; definición de los objetivos de mejora; elaboración de un plan de acción hacia metas más específicas, etc.

La toma de datos en las explotaciones es mensual y se comparan 72 índices agrupados en 7 áreas productivas: producción por vaca, calidad de leche, productividad de la mano de obra, bienestar animal, alimentación, reproducción y medio ambiente. En este sentido el director de Compras Agro de Calidad Pascual, Joaquín Lorenzo, ha señalado que “entre julio de 2017 y junio de este año 2018 nuestros ganaderos del programa de Eficiencia han producido 202 millones de kilos de leche con casi 19.000 vacas y 14.000 novillas. Se trata de ayudar al ganadero para hacer rentable su negocio, y así lograr que no abandonen y sean más eficientes, fomentando su autonomía”.

Una ganadería media en España produce 504 toneladas al año, mientras que una granja en el programa de Eficiencia Productiva de Pascual, 1.375, un 272% más. Si se contabiliza por vaca, un animal de dicho programa produce casi un 35 % más: 11.074 kg de leche al año frente a los 8.207* kg de una vaca media de España.

Sostenibilidad medioambiental y desperdicio alimentario

La sostenibilidad medioambiental y el desperdicio alimentario también repercuten en el negocio del ganadero. Se trata de producir más con menos recursos y menor impacto.

La reducción del impacto ambiental es proporcional a la eficiencia en el uso de los recursos: menos vacas para producir la misma leche, alimentación eficiente y reducción de residuos. Uno de los indicadores clave con los que se trabaja es la Eficacia Proteica, es decir, la relación entre la proteína que come un vaca y la que produce en forma de leche. La mejora de este indicador supone dos claros beneficios: uno, el medioambiental y, otro, el económico. “El aumento de la eficacia proteica en una granja media del programa supone ahorrar el consumo de 34 toneladas de soja al año, con un coste cercano a los 12.000 € por granja; pero, además, evita el vertido a los acuíferos de 2,4 toneladas de nitrógeno, con un potencial de contaminación de alrededor de 95 piscinas olímpicas al año” ha explicado Lorenzo.

En definitiva, el equilibro entre alimentación, salud y bienestar de la vaca repercute en el medio ambiente. Así, también se evita el desperdicio alimentario. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) el desperdicio alimentario en el sector primario se puede medir por mamitis y bajas involuntarias de los animales, tanto en granja como en el transporte. Las mamitis han descendido en las ganaderías un 45 % desde que comenzó el programa de Eficiencia Productiva de Pascual y el número de bajas involuntarias se ha reducido un 51 %.

Este programa voluntario permite a los ganaderos conocer sus fortalezas y debilidades para hacer su negocio más sostenible y rentable, y a nosotros nos ha permitido obtener unos indicadores objetivos que puedan servir como referencia para todos los ganaderos, nos ha hecho ver la importancia que tiene mantener un equilibrio adecuado entre todos los factores productivos y, por último, nos ha dejado comprobar que se puede mejorar, incluso, lo que ya es bueno.