La fábrica de Alcoa en San Cibrao (Cervo, Lugo), la única que la multinacional del aluminio quiere mantener en España, recibe el triple de fondos para reducir el precio de la luz que las de A Coruña y Avilés, ambas amenazadas por un cierre que afecta a casi 700 empleos. Los comités de empresa de esta dos últimas factorías temen que esa diferencia se pueda acentuar de cara a la próxima subasta de interrumpibilidad, que convocará el Gobierno este mes, y que eso complique aún más el futuro de las factorías coruñesa y asturiana.

El resultado de las pujas de interrumpibilidad no es público. No obstante, el Ministerio para la Transición Ecológica aireó que Alcoa fue la empresa más beneficiada (también es el mayor consumidor de electricidad por sus procesos industriales) y que recibió en los últimos diez años más de 1.000 millones de euros por estar disponible para desconectarse de la red en caso de necesidad. La mayor parte de la esa cantidad la obtuvo la planta de San Cibrao, que también es la que más energía consume. Así, por ejemplo, en 2014, último año del que hay datos definitivos de liquidación, esa factoría de Alcoa obtuvo 109.838.434 euros por el servicio de interrumpibilidad, mientras que las plantas de A Coruña y Avilés obtuvieron 34.256.688 y 33.004.247 euros, respectivamente.

Protesta en la planta lucense

La plantilla de A Grela culminó ayer un paro de 24 horas. Más de 200 trabajadores aprovecharon la huelga para trasladar su protesta a la fábrica de San Cibrao, la única que la multinacional ha decidido mantener en España y el "corazón de la distribución" del aluminio de Alcoa para sus fábricas de Europa y de Arabia Saudí, en palabras del presidente del comité de empresa coruñés, Juan Carlos López Corbacho. El personal de A Coruña, Avilés y San Cibrao planea acciones conjuntas contra el despido colectivo. El comité lucense, aunque no está afectado por el expediente, teme por el futuro de San Cibrao y urge al Gobierno un nuevo marco energético para la industria.