El juicio contra la antigua cúpula directiva de Bankia comenzó ayer en San Fernando de Henares con el anuncio de que la Fiscalía Anticorrupción está estudiando acusar a varios de los antiguos rectores de la entidad financiera de falsedad contable. Sobre Rato y otros exdirectivos del banco ya pesa la acusación de estafa a inversores. En el banquillo se sientan 32 antiguos cargos del banco, entre ellos el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, para quien la Fiscalía solicita cinco años de prisión. Las solicitudes de condena podrían cambiar si prospera la idea del Ministerio Público de endurecer su acusación. El exministro Rato ya está en la cárcel cumpliendo pena por el caso de las tarjetas opacas de Bankia.

La primera sesión del juicio, sirvió para presentar las cuestiones previas. Durante ellas, la fiscal, Carmen Launa, anunció que, pese a que ha descartado de momento incorporar la falsedad contable a las acusaciones ya formuladas, se reserva la posibilidad de hacerlo en el futuro para que los acusados no puedan alegar indefensión.

En su escrito inicial de acusación, la Fiscalía pide cinco años de prisión para Rato, por estafa a inversores, un delito que también atribuye al exvicepresidente José Luis Olivas (cuatro años), a José Manuel Fernández Norniella (tres años) y al exconsejero delegado Francisco Verdú (dos años y siete meses). El resto de exconsejeros y exdirectivos de la entidad, así como a la matriz del grupo BFA, a la auditoría Deloitte y el socio auditor, Francisco Celma, no están acusados por la Fiscalía sino por las acusaciones particulares y populares, que piden para ellos prisión por falsedad contable.

Anticorrupción sostenía que los cuatro antes citados (Rato, Olivas, Norniella y Verdú) ocultaron que el negocio de Bankia era inviable en un entorno de crisis sin recibir ayudas, de modo que habrían actuado para obtener "a toda costa" los fondos necesarios, aunque puntualizaba que "las cuentas del grupo no son materialmente falsas, ya que no vulneraban la normativa que estaba vigente por entonces y cumplieron con todas las exigencias del regulador". Esa era la razón por la que la Fiscalía no había incluido la falsedad contable en su acusación. Pero ayer la fiscal, acompañada en el estrado por el ahora jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, introdujo esa posibilidad tras incorporar una ingente cantidad de documentación que hasta ahora no obraba en el procedimiento.

Entre esos informes, Launa puso el acento en aquellos que revelarían el mal estado de Bancaja Hábitat, la filial inmobiliaria de Bancaja (una de las siete entidades que constituyeron Bankia tras el proceso de fusión), que según el Ministerio Público, "ocultaba gran parte de los deterioros" que se arrastraron a las cuentas de 2011, momento de la salida a bolsa. A mayores, la fiscal ha incluido el diario de sesiones de la comisión que investiga el origen de la crisis financiera en el Congreso de los Diputados, así como un informe pericial elaborado por el experto cedido por el Banco de España sobre el impacto que hubiera podido ocasionar en Bankia la reclamación de la aseguradora Aviva, que llegó a pedir una indemnización de 944 millones de euros.

Tras la Fiscalía tomaron la palabra el resto de las acusaciones. De las particulares, solo 13 acudieron a la vista, y varias de ellas desistieron de acusar a los exconsejeros Estanislao Rodríguez-Ponga y Mercedes Rojo de falsedad contable. La vista, que duró casi cuatro horas en su primera sesión, se reanudará hoy con las intervenciones de los abogados defensores.