El centro tecnológico Aimen lanzó ayer de forma pública el proyecto Integradde. Adelantado por FARO a finales de octubre, consiste en un consorcio de 26 socios (entre empresas, centros tecnológicos y universidades) y que cuenta con un presupuesto de 17 millones. El objetivo final es la incorporación de la fabricación aditiva -impresión 3D- de componentes metálicos de forma real en el entorno industrial. Estiman que los resultados posibiliten un 40% más de fiabilidad en los procesos de fabricación aditiva y un 25% más en la velocidad de producción. Félix Vidal, responsable de la unidad de robótica y control de Aimen, coordina este proyecto.

-¿Qué relevancia tiene para Aimen el proyecto Integradde ?

-A día de hoy es el más importante en el que estamos. Somos uno de los referentes en España y a nivel europeo y ahora nos da un refuerzo a nivel internacional sobre las actividades que estamos desplegando vinculadas a fabricación aditiva, tanto desde el punto de vista de la fabricación en sí como en la parte de control y proceso, etc. Nos pone en una situación bastante buena.

-Supone entonces un espaldarazo al trabajo que desarrolla Aimen desde Galicia, ¿no?

-Y tanto. El proyecto es considerado flagship por la Comisión Europea. Solo hay dos aprobados: el Integradde y el Manuela, enfocado en otra gama de técnicas. Los dos son la culminación de una serie de años de investigación previa a nivel europeo con proyectos en los que también ha colaborado Aimen. Ahora es más un proyecto para demostrar que la tecnología se puede llevar a un nivel de madurez suficiente como para ser planteable su industrialización en condiciones reales de fabricación.

-¿Era algo imposible hasta ahora?

-Era todo a nivel de laboratorio, dando pequeños pasos para fabricar piezas concretas y analizando con mucho detalle como sería la fabricación de esa pieza. Eso se está consiguiendo y existen ejemplos, pero lo que no es una realidad es el plantear eso como una línea de producción. Tener fiabilidad, capacidad de producción, calidad lo suficientemente buena para que sea industrializable con garantías. Eso es lo que busca este proyecto.

-La meta estará en ver cómo se comportan los resultados en un ambiente real, ¿no?

-Hay cinco usuarios finales y es el objetivo más directo: desplegar cinco líneas piloto que fabriquen componentes. A mayores los centros y universidades, empezando por Aimen, vamos a generar una red de colaboración para poder dar soporte a pymes y empresas que no tengan claro como integrar la fabricación aditiva de metal en sus líneas, que necesita estudios de viabilidad, análisis de requisitos o fabricar un prototipo. Generar esa red para dar un servicio y asesoramiento.

-¿De esta forma se abre la puerta a que puedan implantarlo empresas gallegas?

-Sí, claro. El objetivo es luego hacer de esto un ecosistema que incluya al sector industrial en general, incluido Galicia, en el que hay referentes en aeronáutica, automoción o metalmecánico. Luego, para poder abarcar la industrialización al final hay una serie de tecnologías intermedias que se van a ir desarrollando en donde hay empresas de carácter internacional referentes en sus tecnologías que también van a aportar con su background, independientemente de que sean o no parte del consorcio.

-¿Va a suponer un aumento de la contratación de personal?

-La carga de trabajo que tenemos en este proyecto y el resto que se consiguieron nos obliga a contratar en muchos frentes. Acabamos de fichar a gente para sistemas de control en tiempo real y por la parte de proceso de fabricación están abiertas diferentes posiciones tanto en diseño optomecánico como en técnicos con experiencia en fabricación aditiva. A día de hoy supondría contratar a cinco personas por parte del centro para poner en marcha toda la tecnología que necesitamos.

-Con Integradde , ¿cerrará Aimen su mejor año?

-En cuanto a posicionamiento en investigación a nivel europeo es el mejor año de Aimen, seguro. Nos da un salto cualitativo y cuantitativo muy importante, nos posiciona como un referente para el despliegue de tecnología vinculada con procesado láser en general y fabricación aditiva en particular y si lo aprovechamos podemos llegar a posicionarnos a la altura de los mayores centros de Europa. De hecho, hemos ganado en este proyecto a la mayoría de ellos.