A Abanca le queda una digestión contundente con el banquete de negocio que se ha dado este año, primero con la compra en marzo de la red minorista del Deutsche Bank en Portugal y ahora con Banco Caixa Geral, la filial española del grupo luso Caixa Geral de Depósitos. La integración de la primera está prevista para antes de junio del próximo año. Todos los trámites van muy avanzados. En el caso de Banco Caixa Geral, por faltar todavía hay que esperar a la firma de la adquisición tras la confirmación el pasado jueves por parte del Consejo de Ministros portugués de que la entidad presidida por Juan Carlos Escotet es la vencedora de la puja organizada para cumplir con el ajuste obligado por las autoridades comunitarias tras la inyección de 4.900 millones de euros del rescate de su matriz. La intención es acometer también en 2019 la absorción, incluida la marca, en la que no se prevén grandes problemas gracias al músculo tecnológico de Abanca y a que no existe un solapamiento de la red de ambas.

Junto a los 7.000 millones de volumen de negocio y alrededor de 131.000 clientes, Banco Caixa Geral, con sede hasta ahora en el centro de Vigo, aporta al grupo financiero gallego un total de 524 empleados y 110 oficinas. De ellas, 42 están en Extremadura, una zona en la que Abanca solo dispone de una sucursal. En Madrid, donde la entidad gallega cuenta con 24, Banco Caixa Geral opera con 13. Sí hay más concentración en Galicia, con 35 oficinas de Banco Caixa Geral y, sobre todo, en la provincia de Pontevedra, donde se sitúan 23.

Abanca habla en todo momento de sumar y, como destacaba en la nota del jueves con la confirmación de la operación, la incorporación de Banco Caixa Geral "complementará" su red comercial "extendiendo su actividad a nuevas provincias y reforzando su presencia en otras en las que ya opera". La compra, por la que Abanca desembolsará 364 millones de euros -el importe deja un descuento del 35% sobre el valor en libros de la filial del primer banco portugués-, ayuda también a la entidad con sede en Betanzos a arañar cuota de negocio. En crédito, Abanca pasar del 2,2% al 2,5% del mercado español, según las estimaciones a partir de los datos públicos del sector en junio; en depósitos salta del 2,6% al 2,9%; y en balance del 2% al 2,1%.

Ya tras conocerse la victoria en la subasta, el equipo de Escotet hizo hincapié en el valor añadido de Banco Caixa Geral para consolidar a Abanca como un grupo financiero "ibérico". Uno de los puntos fuertes de la adquisición es el área de negocio transfronterizo o " cross-border". Este segmento, según el informe anual de 2017, cuenta con 1.040 clientes activos, 673 millones de euros de inversión crediticia bruta y 190 millones en depósitos. En banca minorista, el número de clientes supera los 126.000, con 2.246 millones en préstamos -más del 70% es hipotecas- y 1.970 millones de ahorro. La cartera incluye 1.277 empresas y pymes y 2.649 grandes patrimonios que suman 529 millones en depósitos, 85 millones de inversión y 278 millones más en recursos fuera de balance (59% en fondos de inversión y alrededor de un 30% en valores).

Aunque la posición de capital de Abanca sigue siendo muy holgada, con cerca de 1.900 millones de euros por encima de los requerimientos mínimos marcados por la normativa financiera, no parece que se vaya a concretar ninguna operación más a corto plazo. En el sector se da por hecho que primero tendrá que hacer esa digestión -en menos de un año, el negocio de la entidad va a crecer un 20%-, aunque Escotet siempre ha dicho que estará atento a posibles oportunidades que creen valor. No es un objetivo a la vista en estos momentos, pero la idea de salir a Bolsa que llegó a barajarse hace algo más de un año nunca se desterró.