El crucero a vela que acaba de firmar Metalships & Docks será bautizado como Sea Cloud Spirit. Para conocer el nombre del buque ultrapremium que construye Hijos de J. Barreras, en este caso para la armadora The Ritz-Carlton Yacht Collection, habrá que esperar todavía un par de semanas. Los dos son buques de transporte de pasajeros, un segmento que ha registrado un "boom de actividad" en los últimos años, como ha constatado en su último informe sectorial la patronal Sea Europe. A esos dos proyectos hay que sumar los dos cruceros firmados también por Barreras con la noruega Havila Kystruten, el ferri de Naviera Armas -a punto de entrar en vigor- y, si nada se tuerce, el nuevo barco de Trasmediterránea, todavía sin terminar en las gradas de Factorías Vulcano. En total son seis unidades de barcos de transporte en la cartera de pedidos, un registro que el naval gallego no conocía desde hace una década. Seis pedidos que se complementan con la reforma del Necdet Ali Yildirim, un barco de pasaje que se convertirá en Vigo en un buque premium de transporte fluvial bajo la dirección de la firma vasca Oliver Design.

"Mientras algunos astilleros están tratando de adentrarse en el segmento de pequeños cruceros en un intento de diversificar su cartera, otros persisten en las dificultades por la debilidad del mercado offshore" pese a la ligera recuperación del precio del crudo, tal y como expone Sea Europe. Solo en el primer semestre de este año el mercado de cruceros ha supuesto, en nuevos pedidos, un volumen de negocio de más de 4.120 millones de euros, casi el 17% del total, según la consultora Clarkson. Entre cruceros, ferris y buques Ro-Ro entraron en vigor en el mismo periodo 56 unidades en todo el mundo, por encima de los encargos (55) de buques pesqueros. El gigante chino acaba de aterrizar además en este segmento, con las consiguientes dificultades que ha generado entre astilleros de la magnitud de Damen o Fincantieri.

La potencialidad del naval gallego sigue siendo la especialización, con buques de una elevada complejidad técnica que la industria auxiliar ha demostrado ser capaz de asumir. No en vano The Ritz-Carlton eligió Vigo -y, en conjunto, el naval gallego- para su primer crucero, y negocia con Hijos de J. Barreras la construcción de dos unidades adicionales al buque que estrenará en febrero de 2020. El primer barco sigue siendo el contrato de mayor envergadura del naval privado español, valorado en unos 250 millones de euros. Barreras ha sido siempre la referencia gallega en buques de transporte, y solo esta atarazana sumaba hace diez años una cartera con cinco ferris (tres para Eurolíneas Marítimas y dos para Armas). La crisis financiera, primero, y la del tax lease, después, ahogaron un mercado que ahora se recupera al fin.