Los trabajadores de la fábrica de aluminio de Alcoa en A Coruña dieron ayer una nueva muestra de fuerza, a falta de dos semanas para que concluya el periodo de negociación del expediente de extinción presentado por la multinacional para cerrar la factoría de A Grela (con 369 empleos directos) y la de Avilés, en Asturias, (con 317). Con el respaldo de la corporación municipal, los alumineros llevaron su protesta a la plaza de María Pita, apoyados por más de mil personas. Tras la concentración, el presidente del comité de empresa, Juan Carlos López Corbacho, informó del envío, por escrito, de una propuesta a la empresa: "Lo que queremos es que se trabaje en la mesa estatal. Si Alcoa no quiere continuar, la invitamos a hacer una desinversión organizada en España", resumió el representante sindical.

El primer objetivo de los trabajadores es levantar el expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo con el que Alcoa podría ejecutar los despidos el mes que viene. La plantilla reclama "tiempo suficiente" para estudiar las ofertas de inversores y analizar sus proyectos industriales, una posible venta a la que la empresa se ha abierto en la última semana.