La industria gallega de construcción naval ha encontrado acomodo como segunda de la Eurozona en nuevos pedidos, como constata el informe semestral elaborado por la patronal europea del sector (Sea Europe) y al que ha tenido acceso FARO. De los 15 encargos firmados entre enero y junio de este año en toda España, nueve se formalizaron en los astilleros de las rías de Vigo (Armón y Freire Shipyard) y Marín (Nodosa). A estos pedidos hay que sumar los dos cruceros de Havila Kystruten y Naviera Armas (Hijos de J. Barreras), el pesquero de Comeau's Sea Foods Limited (Armón Vigo) y las seis unidades que hará Nueva Pescanova y no han entrado todavía en vigor; todos ellos no entraron en los registros del primer semestre. Solo Holanda, con 12 nuevos contratos, ha superado a Galicia en este periodo.

En toda Europa se amarraron 73 buques, ligeramente por debajo de los 78 del pasado ejercicio. "Gracias a una demanda saludable y a la contratación en mercados especializados, la cartera de pedidos en la construcción naval europea continúa creciendo", expone el documento. El importe de los nuevos pedidos en el conjunto de la UE supera los 5.350 millones de euros, que representa el 22% de las contrataciones a nivel global. "Aunque los contratos están aumentando, no se ha alcanzado todavía el nivel suficiente como para alimentar la capacidad de producción" en los astilleros de todo el mundo. "Las entregas siguen excediendo a los nuevos pedidos", de ahí que se haya producido una reducción en las carteras.

Pero el aspecto en el que más hace hincapié Sea Europe es en las ayudas públicas concedidas sistemáticamente por Gobiernos asiáticos a sus astilleros, que han propiciado por ejemplo un aumento del 67% de los nuevos contratos en Corea del Sur. "Los bancos públicos -surcoreanos- continúan financiando proyectos a pérdida mientras el Gobierno ha empezado a poner en marcha" un proyecto para construir 200 megabuques de carga "pese a que -lamenta la asociación, a la que pertenece Aclunaga- existe una sobrecapacidad en el mercado".