Telefónica ganó 2.721 millones de euros en los nueve primeros meses de 2018, un 11,6% más que entre enero y septiembre de 2017, pero acusó en ingresos el impacto de la hiperinflación en Argentina, la depreciación del real brasileño y la regulación en México. La cifra de negocios fue de 35.776 millones, un 7,9 % menos que hace un año, aunque en términos orgánicos (a tipo de cambio constante y sin cambios en perímetro) fue un 2,2% superior, y el resultado bruto de explotación de 12.035 millones, un 2% inferior, aunque creció un 3,8 % en términos orgánicos.

La multinacional ha revisado al alza su objetivo de ingresos para el cierre del ejercicio, que prevé incrementar ahora en torno al 2%, frente al 1% estimado anteriormente. "El comportamiento en el tercer trimestre nos ha demostrado que la estrategia ha sido la correcta", ha dicho el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, que saca pecho de la posición de su compañía en la "guerra del fútbol" que entre las telecos españolas.