Iberdrola se ha puesto de largo para inaugurar su primer parque eólico marino en solitario. Con 350 megavatios (MW) y una inversión de 1.400 millones de euros, el complejo de Wikinger suministrará tanta electricidad como para cubrir el consumo de 350.000 hogares. La mitad de las "jackets" que sustentan los 70 aerogeneradores del parque ubicado al norte de Alemania fueron construidos en la factoría de Navantia en Ferrol.

El director general de Negocio de Iberdrola asegura que Wikinger es "un ejemplo real" de la apuesta de la compañía por la transición hacia un modelo energético bajo en carbono y de la importancia que la eólica "offshore" tiene para "la reindustrialización" de un sector tradicional como el naval. El contrato con Navantia alcanzó los 90 millones de euros y ha permitido al astillero público participar en la construcción del macroparque de East Anglia que Iberdrola levanta en estos momentos en Reino Unido.