El tejido productivo de un territorio funciona casi como cualquiera del cuerpo humano, siempre en evolución, donde los empleados y los empleadores nacen, crecen, se reproducen y mueren. La esperanza de vida en el caso de las empresas es infinitamente menor. Una de cada cuatro no pasa del primer año y la mitad se queda por el camino antes de cumplir el lustro. No es un organismo cerrado tampoco. Depende de la interacción con otros territorios, cada vez más por el imparable fenómeno de la globalización económica. PSA o Inditex son los mejores ejemplos de los dos posibles sentidos de esa relación con el exterior. El imperio textil se expande por todo el mundo desde su cuna en Arteixo y la fábrica de Vigo está integrada en un grupo de automoción mundial controlado desde Francia. La presencia de compañías foráneas en la actividad de Galicia es mucho mayor de lo que podría pensarse. Las que tienen su sede en otra comunidad representan el 14,9% de la facturación del comercio, el 21,5% del resto de servicios y un 31,4% de la industria. La suma se aproxima a 21.000 millones de euros.
Precisamente en el sector industrial está el negocio de Galicia con mayor presencia de este grupo de compañías. Es la energía. Las empresas ubicadas en otros lugares del país absorben el 82% de la facturación, incluida la de la industria extractiva y los servicios ligados al agua y los residuos, según los datos que acaba de publicar el Instituto Galego de Estatística (IGE). Teniendo en cuenta que las ventas totales de la actividad en 2016 ascendieron a 5.532,8 millones de euros, la parte de las compañías que no son de aquí rondó los 4.542 millones. En personal, sin embargo, suponen la mitad y cerca del 70% de la inversión.
Entre la metalurgia, su peso llega al 58,6%; el 28% en caucho y materias plásticas; y el 23% en la madera y el corcho. Los sectores de la industria de menor facturación en Galicia para las empresas con sede en otra comunidad son la fabricación de vehículos, que incluye automoción y naval (6,7%) y la alimentación (4,4%). Las cifras del textil no aparecen por cuestiones de "secreto estadístico".
El reparto en el comercio varía entre el 6,9% de la cuota en la venta y reparación de vehículos y el 25% del negocio del segmento minorista. ¿Y en el resto de servicios? El dominio de las compañías nacidas fuera de Galicia es claro en la información y las comunicaciones (52,5%). Con fuerza están también en las actividades administrativas y auxiliares en general para otras empresas (46,1%), mientras que en hostelería no alcanzan ni el 6%.
En el otro sentido, el 6,2% de la cifra de negocio de las empresas industriales gallegas procede de alguna otra comunidad, alrededor de 2.200 millones. El porcentaje más destacado está en el material de transporte, donde el 11,4% de la facturación viene del resto del país. En el comercio se nota la impronta de Inditex: una cuarta parte de la facturación del sector gallego está en otras regiones. Y un 10,5% en el transporte y almacenamiento.
