Sin una clarificación del precio de la energía y una regulación estable será difícil encontrar comprador para las fábricas de Alcoa si esta multinacional se empecinase en clausurarlas, dijo ayer en Oviedo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, donde fue nombrado miembro de honor de la Cofradía del Desarme. "No es fácil vender las cosas, tampoco en las condiciones en que a los trabajadores les interesa y resultaría muy difícil cuando la clave para su funcionamiento es el precio de la energía; no hay nadie que compre una factoría sin que sepa el precio de la electricidad que va a consumir", dijo Feijóo. Esta partida representa el 40% de los costes de Alcoa.