Hijos de J. Barreras prevé poner en vigor "en los próximos días" el mayor buque construido hasta la fecha en los astilleros de la Ría de Vigo. Será un ferri para Naviera Armas -ahora propietaria de Trasmediterránea- de más de 190 metros de eslora y 10.400 toneladas de carga de acero. Son unas dimensiones que obligarán al astillero que preside José García Costas a realizar un "refuerzo y ampliación" de la grada, como confirmaron fuentes de la compañía a FARO. La formalización del contrato está "pendiente de algunos temas financieros", explicó ayer el empresario, quien avanzó también la necesidad de modificar la infraestructura de Barreras. "Si la proa de éste [por el crucero de The Ritz-Carlton] está literalmente encima de la carretera, porque ya no hay un centímetro más para hacerlo, el de Armas será mayor, con más peso de acero". Este buque se sumará a los dos amarrados ya con la armadora noruega Havila Kystruten, como anticipó este periódico en su edición de este miércoles, por un importe conjunto de en torno a 200 millones de euros.

La ampliación de las gradas es un proyecto que ya había abordado Hijos de J. Barreras en el pasado. Entonces, todavía con José Francisco González Viñas en la presidencia, barajó una inversión de 42 millones para asumir la construcción de buques de hasta 250 metros de eslora -el límite es ahora de 200 metros- y 46 de manga -el tope actual es de 28-. Fue en 2010, cuando el astillero entregó el que hasta ahora era el buque de mayor envergadura construido tanto en las gradas de Beiramar como en todo el naval privado gallego. Se trata del Abel Matutes, un ferri para Baleària de 190 metros, capacidad para 900 pasajeros y 247 coches. Eso sí, en este caso el casco tomó forma en Estaleiros Navais de Lisboa (Lisnave), en Setúbal, precisamente por su envergadura. Fue pintado en Viana do Castelo y trasladado a Vigo para concluir las tareas de armamento a flote. En los últimos 30 años Hijos de J. Barreras ya acometió otras dos ampliaciones, pasando de barcos de 120 metros de eslora y 23 de manga, a buques de 200 por 28, como el ferri de Baleària.

En lo que también ha avanzado el astillero vigués es en las negociaciones con The Ritz-Carlton para la construcción de otros dos cruceros de ultralujo como el que ocupa ahora la grada y que será botado el 9 de octubre. "Estamos trabajando en ellos. No es que a día de hoy se pueda anunciar como una realidad, pero queremos poner en valor ese contrato con los opcionales", añadió García Costas. El pasado febrero la naviera de la cadena hotelera americana constituyó una sociedad en Vigo para la "supervisión y control" de la construcción del buque. Se trata de una filial de Cruise Yacht Opco Ltd Co., con sede social en el astillero vigués y controlada por Erik Brethe, director de operaciones de The Ritz-Carlton Yacht Collection. La compañía tendrá una duración de cinco años, lo que entonces ya dio más cartas a Barreras de cara a asumir la construcción de las otras dos naves, que la armadora pretender disponer para 2021 y 2022. El buque ahora en construcción es el mayor pedido del naval civil español, con en torno a 250 millones de euros. Será bautizado el 5 de febrero de 2020 en Florida y hará escala en Vigo el 29 de junio de ese año.

García Costas se refirió ayer también -en un acto en Pontevedra con la Cámara de Comercio- a los encargos de Havila, que contarán con un sistema de propulsión dual con gas natural licuado y baterías. "No puede haber ningún ruido a bordo, deberán navegar silenciosamente". Los buques -no transportarán carga rodada, solo pasajeros- navegarán por los fiordos y harán ruta entre las ciudades de Bergen y Kirkenes. En total Havila se reforzará con cuatro nuevas naves, dos de las cuales se construirán en Tersan Shipyard (Turquía). Los primeros viajes están previstos para enero de 2021.