Francisco González (Chantada, Lugo, 1944) ha cumplido a rajatabla la hoja de ruta que dejó trazada para abordar su sucesión al frente del banco. Dijo que abandonaría la presidencia cuando cumpliera 75 años y así lo va a hacer. El consejo de administración de BBVA acordó ayer por unanimidad el nombramiento de Carlos Torres Vila, actuar consejero delegado de la entidad, como sucesor de González. El traspaso de poderes será efectivo el 31 de diciembre. A juicio del consejo, Torres es "la persona idónea para dar continuidad a la estrategia de transformación del grupo". "Carlos es un gran líder, su trabajo estos últimos años es la mejor garantía de continuidad en la estrategia" del banco, valoró el banquero lucense. En cuanto a quién sustituirá a Torres como nuevo consejero delegado de BBVA, la entidad avanzó que será a lo largo del cuarto trimestre de este año cuando el consejo, la comisión de nombramientos y el propio Torres aborden su selección.

El nombramiento de Carlos Torres Vila como presidente del BBVA supone la continuidad en la línea directiva del grupo y era un movimiento esperado. Nacido en Salamanca en 1966 -aunque dice sentirse gallego como sus padres, naturales de Tui-, Torres Vila es licenciado en Ingeniería Eléctrica y Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico de Massachussetts y en Derecho por la UNED.

Su primer cargo en BBVA, en 2008, fue responsable de estrategia y desarrollo. Posteriormente, en 2014, asumió la dirección del área global de banca digital, hasta que en 2015 fue nombrado consejero delegado del grupo. Previamente había sido presidente ejecutivo de Isofotón, director corporativo de estrategia y director financiero de Endesa y socio de McKinsey & Company. En los diez años que lleva en el banco, Torres se ha convertido en abanderado de la transformación digital, junto con el presidente, y ambos presumen de que a cierre de este año más del 50% de sus clientes serán digitales. "Hoy en día no hay proyecto empresarial más atractivo que el de BBVA", enfatizó ayer González.