Desafiando una jornada de densa niebla en la ría, el Villa del Teror salió ayer al mar para sus primeras pruebas oficiales de motor. El ferri que Factorías Vulcano está construyendo para Tansmediterránea inicia así la fase final, con el objetivo de su entrega en octubre tras el retraso sobre el plazo inicial, previsto para el 28 de junio, por motivos técnicos tanto del propio astillero como de la compañía armadora.

El barco tiene una capacidad para 1.500 pasajeros. La eslora alcanza los 139 metros. Su diseño aprovecha los últimos avances tecnológicos en construcción naval para hacerlo eficiente y, además, sostenible, con una reducción del 9% de las emisiones.

Este es el último proyecto que tienen en cartera Vulcano. De ahí la intranquilidad que estos días viven sus trabajadores, que llevan a la espalda más de una docena de expedientes de regulación de empleo. La compañía en manos de la familia Santodomingo negocia una venta parcial, de algo menos del 50% del capital, como adelantó recientemente FARO, a un armador turco, bajo la condición de que traiga carga de trabajo. Al menos, un buque nuevo.