El peso argentino cerró esta semana con un desplome del 21% cinco días de gran volatilidad y dudas sobre las finanzas del país, que forzó al Gobierno a anunciar un acuerdo con el FMI para acelerar el desembolso de créditos y otras drásticas medidas para tratar de contener la fuga de activos. El avance de este viernes de la divisa argentina frente al dólar estadounidense, del 2,09%, dio un respiro a la Casa Rosada tras varias jornadas en que ninguna de las comparecencias públicas logró calmar la "corrida cambiaria".