Más de la mitad de los ciudadanos suizos vive de alquiler, como constata la oficina estadística comunitaria Eurostat. Es un escenario antagónico al español, donde casi el 78% de los ciudadanos mora en una casa de su propiedad. En Galicia el peso del alquiler sigue siendo, pese al alza de los últimos años, muy bajo; en 2008 apenas ocho de cada cien personas eran inquilinas, y a cierre del pasado ejercicio esta ratio superó de nuevo -ya lo había hecho en 2015- el 11%. El arrendamiento es una vía por la que apuestan preferentemente los más jóvenes, y éstos lo tienen cada vez más complicado. Por dos razones: los salarios son bajos y, sobre todo, porque la oferta de pisos escasea. "No se ha construido nada, tenemos lista de espera", constata el presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias. A esta doble variable, la de la falta de stock y los precios, se suma una tercera cada vez más pujante: la de la vivienda de uso turístico. En la provincia de Pontevedra, por ejemplo, la bolsa de pisos vacacionales duplica ya la de los arrendamientos convencionales. Para los dueños es "más rentable" cambiar de inquilino constantemente a firmar un contrato de larga duración.

Según los datos de Fegein, a 31 de agosto existían en Pontevedra 1.325 viviendas disponibles para alquilar, frente a las 3.186 registradas como de uso turístico en la Xunta de Galicia. Aún sin contar con Sanxenxo, donde figuran más de 1.400 inmuebles para turistas, en la provincia hay menos casas en régimen de alquiler convencional que vacacionales. "Esta presión aflojará ahora y por regla general con el fin del verano, pero no en toda Galicia", apostilla Iglesias. En Vigo y Santiago esa tensión derivada de la escasez de stock de pisos no turísticos "no terminará" este mes de septiembre. En la ciudad olívica "hay un problema". Y anticipa: los precios subirán todavía más. "El alquiler está cogiendo velocidad de crucero, tanto en precios como en la presión de la demanda. En algunas ciudades o zonas pueden llegar ser un preocupante problema en el primer semestre del 2019".

Diferencias entre áreas

A nivel autonómico el músculo creciente del alquiler vacacional también se nota. En la web de la Xunta figuran 6.630 viviendas de uso turístico, frente a las 6.795 para arrendamiento de mediana o larga duración. La Mariña es una excepción en Lugo, donde las inmobiliarias no han detectado ninguna tensión en el mercado del alquiler convencional, al igual que en Ourense.

Fegein tiene fichados en fichadosVigo, aunque muchos de ellos están por encima del precio de mercado, en malas condiciones de habitabilidad o en zonas muy apartadas, con lo que es una bolsa escasa. En el departamento de Turismo del Ejecutivo autonómico figuran, por su parte, 197 viviendas de uso turístico. De acuerdo a la normativa autonómica, se trata de inmuebles "cedidos a terceras personas, de manera reiterada y a cambio de contraprestación económica, para una estancia de corta duración, amuebladas y equipadas en condiciones de inmediata disponibilidad". Con los datos actualizados, una de cada cuatro viviendas arrendadas en Vigo se destinan ya únicamente a inquilinos de corta estancia. En el caso de la ciudad, como incide Iglesias, el escenario se complica por la elevada movilidad laboral resultante de la recuperación de sectores como la construcción naval o el repunte de la automoción, además del tirón del turismo y la celebración de eventos de gran afluencia (Conxemar o Navalia, por ejemplo).

Las dificultades para encontrar un piso en alquiler son incluso mayores en Santiago. En la capital gallega hay registradas 371 viviendas de uso turístico frente a las 320 destinadas al arrendamiento convencional. "Muchos estudiantes se están yendo a localidades próximas, como Teo o Ames, y dentro de dos años tendremos el próximo Xacobeo". ¿Explica la expansión de los pisos turísticos el alza de los alquileres en Galicia, que rebasa el 10% interanual? Para la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur) no, y la revalorización de los arrendamientos obedece más a la recuperación económica y a un "cambio de la composición familiar, que sufre una reducción en el número de individuos que componen un hogar, lo cual aumenta la presión de la demanda sobre la oferta". Pero para las inmobiliarias gallegas sí tiene incidencia. "En Vigo, Santiago y A Coruña se nota el efecto de las viviendas de uso turístico".

A juicio del presidente de Fegein, urge un "plan de choque" para paliar el "calentón" del mercado, la escasez de stocky "un encarecimiento de los precios difícilmente inasumibles para los ingresos de las economías familiares". Una de las opciones que plantea Benito Iglesias es una rebaja de la presión fiscal para los propietarios de viviendas vacías. "Las hay, pero no tienen incentivos para sacarlas al mercado. No ha habido ninguna planificación por parte de la administración para resolver esto".