Ningún sector del pequeño comercio se escapa de la presión que ejercen las plataformas de ventas online. Esta tendencia cobra si cabe más fuerza en las tiendas de juguetes por un factor: quienes realizan las compras para los más pequeños se han criado de la mano de dispositivos electrónicos, lo que los hace más propensos a realizar algún tipo de compra por internet.

Natalia Pérez, de Eurekakids, ha comprobado de primera mano el avance de las ventas digitales. Su negocio está presente también en la web y cada vez canaliza más ventas. "Yo creo que la gente se ha vuelto más cómoda y ahora ya prefiere hacer las compras desde su casa en lugar de acercarse a la tienda y ver todo lo que hay".

Para hacer frente a esta situación y dar un valor añadido al establecimiento físico, Natalia Pérez aboga por dos cuestiones. La primera es ofrecer un producto diferenciado al resto. "Lo que hacemos es ofrecer unos juguetes alternativos, educativos y de materiales naturales como, por ejemplo, la madera".

La otra vía para impulsar las visitas a la tienda es ofrecer un asesoramiento al cliente que es imposible de lograr cuando las compras se canalizan a través de internet. "Buscamos que los clientes acudan hasta aquí y que nos comenten qué es lo que están buscando para sus hijos para así poder asesorarlos sobre qué producto es el que mejor encaja", destaca Pérez. "Lo que intentamos en el fondo es ofrecer unas ventas que sean más personalizadas".