Los principales medios estatales chinos, portavoces del Partido Comunista, acusaron ayer a Estados Unidos de "chantaje" y justifican la imposición anunciada el viernes por Pekín sobre bienes estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares como una respuesta "racional" a la misma decisión tomada por el presidente norteamericano, Donald Trump.

El Ministerio de Finanzas chino publicó ayer nuevos gravámenes adicionales sobre 5.207 bienes importados desde Estados Unidos, con cargas extra que van desde el 5 al 25 por ciento, por un valor total menor que la mitad de los aranceles impuestos por el Gobierno estadounidense.