El Producto Interior Bruto (PIB) de España creció un 0,6% en el segundo trimestre del año, una décima inferior a la registrada en el primer trimestre, al tiempo que recortó tres décimas su tasa interanual, hasta el 2,7%, según el avance de datos publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es el primer trimestre, tras doce trimestres consecutivos, en que el PIB anual crece por debajo del 3%.

Buena parte de esta ralentización en el crecimiento de la economía española se explica por la moderación en el ritmo de crecimiento del consumo interno. Si en los tres primeros meses de este año la demanda de los hogares crecía un 0,7% respecto al último trimestre del 2017, entre marzo y junio, por el contrario, el ritmo se redujo hasta el 0,2%. El empleo se desmarca de esta tendencia y aumentó un 0,8% en tasa trimestral, tres décimas más que en el trimestre precedente, y crece un 2,5% en los últimos doce meses, lo que se traduce en la creación de 448.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo a lo largo de toda España.