La firma gallega Greenalia avanza con paso firme en su macroproyecto de construcción de una planta de producción de electricidad a partir de biomasa en la localidad de Teixeiro, en el concello coruñés de Curtis. Su filial Greenalia Biomass Power Curtis-Teixeiro firmó ayer un préstamo de 125 millones para financiar la obra, que ya está en marcha y que debería estar finalizada en 2020, fecha en la que la empresa prevé que la planta ya esté operativa. El crédito obtenido por el grupo con sede en la plaza de María Pita, en el que el Banco Santander actúa como agente y coordinador, está estructurado a través de un project finance (financiación de proyecto) y un tramo mezzanine (subordinado). La propia entidad financiera presidida por Ana Patricia Botín participa junto al Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en el tramo sénior de la deuda project y el fondo Marguerite en el tramo de mezzanine. La operación cuenta además con la garantía de la agencia de crédito a la exportación (ECA, por sus siglas en inglés) finlandesa Finnvera, según el hecho relevante remitido ayer por la compañía al Mercado Alternativo Bursátil (MAB), en el que cotiza.

El Banco Europeo de Inversiones aporta 50 de esos 125 millones de euros y el acuerdo de financiación, según detalló el director financiero de Greenalia, Antonio Fernández-Montells, se cerró tras varios meses de tramitación.

La planta de Teixeiro se levantará sobre una parcela de 103.000 metros cuadrados, tendrá una capacidad de 50 megavatios (MW) y permitirá generar 324 gigavatios hora (GWh) al año "a partir de residuos forestales recogidos en un radio de 100 kilómetros alrededor de la nueva instalación". El proyecto se enmarca dentro del conocido como plan Juncker -Plan de Inversiones para Europa- y es la primera central de biomasa financiada por el BEI en el marco de este programa europeo.

"El proyecto contribuirá al mantenimiento de los bosques de la zona y a la prevención de incendios, incentivando la recogida de residuos de madera de pequeño tamaño que son normalmente desechados para su uso industrial", detalla el hecho relevante remitido al MAB y firmado por el propio Fernández-Montells. Una vez entre en funcionamiento, en 2020, la planta de Teixeiro "permitirá aumentar la generación de energía a partir de fuentes renovables y cumplir así con los objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono marcados por el Plan de Acción Nacional de Energías Renovables 2011-2020". De hecho, Greenalia aspira a convertirse "en una de las empresas que lideren el cambio" tras el acuerdo alcanzado por las instituciones europeas para que en 2030 el 32% de la energía generada en la UE proceda de fuentes renovables.

La compañía destaca en la notificación al MAB que, al mismo tiempo, avanza en sus proyectos eólicos derivados de las subastas de renovables realizadas por el Gobierno el año pasado y que prevé seguir en septiembre con la financiación de los 182 megavatios adjudicados en el marco de ese proceso.