A finales de junio el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, confiaba en que la intervención del banco venezolano Banesco concluyese antes del próximo 3 de agosto, fecha en la que expira el plazo de 90 días decretado por el Gobierno de Nicolás Maduro y en la que debería decidir si levanta el control sobre la entidad o lo prorroga. Ayer, a preguntas de este diario, el semblante del también presidente de Banesco mostraba cierta preocupación sobre el asunto y pese a que, sostuvo, no quería mezclar la situación en Venezuela con la presentación de resultados de Abanca, indicó que se trata de un tema "complejo, complicado". "No tenemos noticias sobre ese particular [el levantamiento de la intervención]", zanjó Escotet.

Preguntado nuevamente sobre la situación en Venezuela, insistió en que es "difícil" y aclaró que sus funciones de presidente de Abanca seguirán delegadas en el consejero independiente Eduardo Eraña hasta que concluya la intervención de Banesco, un proceso que seguirá en directo desde Venezuela y que no impide que siga plenamente involucrado en la actividad de Abanca (reuniones del consejo, junta de accionistas...). "Tengo especial interés en seguir contribuyendo al desarrollo de la entidad", concluyó Escotet.