El Gobierno de Pedro Sánchez tiene claro que quiere acelerar la descarbonización de la economía y mantiene 2025 como fecha "orientativa" para el cierre de las centrales que usan carbón, pero serán las empresas eléctricas -propietarias de las plantas- las que decidan el momento en el que clausurar las instalaciones. Que una térmica -en Galicia hay dos, en los concellos coruñeses de As Pontes y Cerceda- cierre antes o después dependerá de sus dueños, no será el Gobierno el que imponga la fecha de fin de la actividad. Al menos así lo expuso ayer el secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, al asegurar que las compañías eléctricas son "las responsables y propietarias" de las centrales de carbón y, por tanto, son ellas las que "irán marcando el momento en el que desean cerrar las centrales".

Domínguez Abascal hizo estas declaraciones al participar en Santander en la inauguración del encuentro "La energía del futuro en la nueva era digital", organizado por Viesgo en el marco de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), y tras ser preguntado por la previsión de cierre de la central térmica de Anllares, en León, solicitado por Naturgy (antigua Gas Natural Fenosa) y Endesa. Precisamente, la clausura de esta planta de producción eléctrica acaba de recibir el "sí" de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

"Nosotros sabemos que hay una regulación del mercado y las compañías eléctricas son las responsables y propietarias de esas plantas y ellas irán marcando el momento en el que desean cerrar las centrales", dijo Domínguez Abascal. En este sentido, añadió que tanto el regulador como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y el Ministerio tienen "la obligación de garantizar la seguridad de suministro y la estabilidad del sistema eléctrico", dos condiciones "que tendrán que vigilar que se cumplan" a la hora apagar instalaciones de producción.